En mi opinión, tanto la séptima como la octava temporada han sido las más flojas. La principal razón es acelerar la trama, para que se pudiera terminar en dos temporadas (y más cortas de lo habitual), en lugar de tres o cuatro, que hubiera sido lo ideal.
En cualquier caso, es mi serie preferida de siempre.
El final... pues más bien flojo, y ciertamente previsible. En línea con la temporada. Eso sí, con momentos visualmente fantásticos. Me parecieron estupendos, sin embargo, los últimos fotogramas, con Jon (un Jon que volvía a sus orígenes, al Castillo Negro) atravesando el Muro junto a los salvajes y su lobo "Fantasma", para internarse en el verdadero Norte.
La locura de Daenerys es parte de su herencia como Targaryen, aunque también es un Targaryen Jon; eso sí, sólo por su padre, mientras que Daenerys es Targaryen tanto por su padre, como por su madre.