Stalin, Kruschev, Brezhnev, Andropov, Chernenko... disponían de armas nucleares (Stalin sólo durante sus últimos años en el cargo), su poder militar era claramente superior al de la Rusia de Putin, y se consiguió contenerlos.
Ahora se puede perfectamente contener a Putin, también.
Pero hay que tomarse la amenaza en serio, y prepararse para manejarla. Eso implica invertir más en defensa, y reforzar el flanco oriental de la OTAN. Recordar al sátrapa del Kremlin que la OTAN es también una alianza nuclear, como ha hecho hoy el ministro de Exteriores francés.
En definitiva, trazar una línea roja y decir a los rusos que cruzarla significa la guerra. Y dada la disparidad en el poder militar entre Rusia y la OTAN, significa también la derrota irremisible de Rusia, o el Holocausto nuclear. Esta es la manera de contener a Putin y a Rusia.