Peter Doshi, editor del British Medical Journal (BMJ), ya denunciaba en un editorial que la pregonada (y lucrativa,dicho sea de paso) eficacia del 95%, estaba falseada por lo que estaríamos hablando de una reducción de riesgo relativo del 19%, (lo que equivale a 0.84% de eficacia absoluta) muy por debajo del umbral de efectividad del 50%, requisito insoslayable para poder optar a ser autorizada por los reguladores, también explicaba que no se podía esperar una reducción significativa de muertes, todavía no hay evidencia científica de que las vacunas covid-19 hayan salvado una sola vida. De hecho, en base a los ensayos clínicos de Pfizer y Moderna que se conocen hasta ahora, se podría afirmar exactamente lo contrario.
Con asombro descubrimos ahora, la inmunidad natural, en esta publicación reciente (7 de febrero 2022) en The Lancet Rheumatology, escrita por McGonagle
https://www.thelancet.com/journals/l...8/fulltext#%20
La carta denuncia la vacunación obligatoria que muchos países, como Inglaterra, impusieron a los trabajadores de la salud, donde aquellos médicos y enfermeras que no deseaban vacunarse se enfrentaron a despidos injustificados de sus puestos de trabajo. En el artículo plantea que para virus de ARN de una sola cadena, como el virus de la gripe y también SARS-CoV-2, la inmunidad generada de forma natural provee de mejor protección que la vacunación, ahora puede parecer trivial pero esto se negó al principio de la vacunación.