Iniciado por
Vanlose
Lo mejor de cuando se produce un borrado de datos como el de este foro es que puedes reconsiderar tus propias opiniones, rectificarlas y hasta cambiarlas radicalmente. En mi caso, que me cuesta recordar que tipo de invenciones fantasiosas empleé para mencionarlas me limitaré a mencionar las que tengo en mente todavía. Casi todas comparten un aspecto en común y es que difícilmente se pueden enmarcar en ningún compendio nouvelle vague académico, eso sí, todas son francesas.
“Max y los Chatarreros” de Claude Sautet del año 71. Aunque el título puede sugerir una especie de cine quinqui a la francesa, conviene despejar dudas. Romy Schneider y Michael Piccoli no son los más adecuados para el cine cani, por mucho que Romy se meretrice en este film. Basado en un libro del mismísimo Nerón (hijo de Julio César y Agripina) es una historia cercana al polar en un contexto raramente naturalista. Sautet arma una intriga creciente con unos diálogos tan insípidos como planos. ¿Cómo se hace esto?, supongo que con el suficiente talento.
“Pickpocket” de Robert Bresson del año 69. La historia de un carterista cuya dedicación al oficio se puede calificar de franciscana, por la dedicación, abnegación y ascetismo de la interpretación de su protagonista. “Crimen y Castigo” sin palabras interpretado por no profesionales. Podría ser calificada como el culmen del naturalismo fílmico salvo que el resultado final tiene algo irreal. Uno de los planos finales más copiados de la historia. Cualquier otra de Bresson es tan buena o mejor que esta y viceversa, así que hay para elegir. Godard decía que Bresson era el Mozart de la nouvelle vague, y Mozart – esta vez por alusiones – replico diciendo que Bresson era el Godart de la música lírica”.
“Adieu Philippine” de Jacques Rozier del año 62. New Wave en su versión más improvisada. Una realización casual (pero muy afortunada) que captura un momento de vida real como si estuvieran rodando una película. O al revés.
"La Coleccionista" de Eric Rohmer del año 67. De todas las versiones que hizo de su misma película (Albert !!!) está le quedó muy bien. Casi tan buen director como escritor, algún día debería de revisitar sus películas, cosa que haré en cuanto me arme de valor. Mientras tanto conviene recordar su versión cinematográfica de "La Sonata a Kreutzer", la novela corta de Tolstoi que deja algunas enseñanzas valiosas como que someter a tu mujer a una abstinencia sexual severa mientras practica con otro músico (que le toca las partes del violín) esa obra colosal escrita por Beethoven puede resultar más obsceno e incendiario para tu propia estima que dejarla trabajar en un Night Club.
Saludos