Esto debe ser un miedo "ancestral" del audiófilo y sus equipos: el miedo a que la mascota que tanto queremos nos haga un estropicio en el equipo.
Pueden ser mil cosas, gatos rascando las rejillas de los altavoces, tirando televisores, perros mordiendo altavoces, cables, etc.
En mi caso, han pasado ya por casa 4 perros y la verdad es que ninguno a tocado nada, con cada perro que entraba en casa pensaba lo mismo: "ya verás los altavoces".....oye y nada, la verdad.
Mi hermano, con dos perros en el haber, tampoco ha tenido ese problema.
La pregunta es, ¿ cómo os ha ido a vosotros en ese sentido...?