
Iniciado por
jmml
el nicho ecológico del hombre es la inteligencia, el pensamiento en cualesquiera de sus formas, de ningún modo los sentimientos ni las sensaciones ni cualesquiera otro tipo de rangos emocionales enteramente desprovistos de significado en ausencia de racionalidad
no existe discriminación positiva en tanto se prima ese valor, el de la inteligencia, sobre otros, como por ejemplo las capacidades económicas o físicas o lo que sea
de modo que, cuando el estado concede becas en razón del potencial intelectual de un individuo, no está más que siguiendo el curso lógico de la naturaleza humana, aquello de lo que estamos hechos y sin lo cual no tendríamos ningún sentido: el pensamiento consciente de sí mismo; no hay ninguna discriminación positiva en ello, ni en la sanidad universal, ni en la enseñanza básica, cuya impalantación preserva o al menos favorece la posibilidad de desarrollo del capital intelectual de la sociedad
otra cosa es primar a un sexo por razones que nada tienen que ver con sus aptitudes intelectuales, en cuyo caso no puedo menos de discrepar: si la ley especificase que, tras contrastar la igualdad de condiciones y aptitudes entre aspirantes masculinos y femeninos a un puesto de trabajo se prefiriese el acceso de la mujer, nada habría que objetar en una sociedad con evidentes desequilibrios; pero es que no ocurre así, es que la ley impone la elección de la mujer sea cual sea su capacidad, lo cual no puede menos de describirse coma la ley hecha por una serie de tontos para favorecer a una serie de tontas
no recuerdo qué individua afirmaba, muy orondamente, que la igualdad real entre hombres y mujeres sería un hecho el día en que una tonta pudiese acceder a un cargo de responsabilidad con las mismas facilidades con que hoy lo hace un tonto
el argumento tiene la calidad intelectual de una película de lassie, y recuerda mucho a aquella otra, periodista ella, que, con respecto a la educación, defendía el derecho de los tontos sin dinero a recibir becas para repetir curso tras curso, y todo *porque los tontos con dinero podían permitírselo gracias a la chequera de papá; resultado: antes la enseñanza cargaba con cien tontos ricos, ahora carga con los cien tontos ricos más el millón de tontos pobres que subvenciona el estado
quizá hubiera sido mejor una ley para expulsar del sistema a los tontos ricos; aunque sospecho que ese tipo de leyes radicales son peligrosas: los que que las redactan no pueden menos de tentarse la ropa
algo así. supongo, se les habrá pasado por la cabeza a los redactores actuales, tan feministas ellos
propicios