Paul Gillespie, el 'cazapederastas'
Bill Gates ayudó a un detective canadiense a crear un 'software' que ha facilitado la detención de 64 criminales
Cuenta Paul Gillespie que se le ocurrió escribir a Bill Gates después de observar, durante largo rato, una frase de Albert Einstein que tenía colgada en la pared de su despacho: "No podemos resolver los problemas con el mismo tipo de ideas que usamos para crearlos". Este detective canadiense dirigía, hace tres años, un grupo de 17 agentes especializados en la lucha contra crímenes sexuales de la policía de Toronto. Su obsesión era erradicar la pornografía infantil. Y su mayor frustración era no conseguirlo. "Los criminales están usando la tecnología más avanzada del mundo para compartir fotografías y vídeos, y para evitarnos. No podemos pararlos. No somos capaces de seguirles el paso", pensaba Gillespie. Así que el sargento leyó de nuevo la frase de Einstein y se le ocurrió escribir al único hombre que, según él, podía ayudarle: Bill Gates.
El agente dijo a Gates que los criminales ganaban la partida. "Necesito ayuda"
La idea de Gillespie es el germen de un sistema tecnológico llamado CETS, que corresponde a las siglas en inglés de Sistema de Rastreo de Explotación Infantil. Microsoft y el equipo de Gillespie trabajaron durante año y medio en esta herramienta, que ahora han adoptado la policía y la Guardia Civil españolas. Aunque el sistema es tecnológicamente complejo, la idea es simple: sirve para que las fuerzas de seguridad compartan información.
Y es que Gillespie se dio cuenta de que los criminales que abusan de menores habían globalizado sus actividades gracias a Internet, mientras los policías que debían combatirlos seguían pegados a sus jurisdicciones. "No trabajábamos juntos", explica, en conversación telefónica desde Toronto.
Y compartir información es vital. Según Anesvad, hay más de cuatro millones de páginas web que contienen material sexual relacionado con niños, y se crean unas 500 páginas más cada día.
El detective buscó la dirección de correo electrónico de Bill Gates. En su mensaje, le explicó que los criminales estaban ganando la partida y que no sabía cómo luchar contra ellos en este nuevo mundo globalizado. "Necesito ayuda", le dijo. Gates no respondió, así que Gillespie envió el correo a una dirección genérica. Dos semanas después, un empleado de Microsoft Canadá le llamó: "¿Qué podemos hacer por usted, señor Gillespie?". "Pensé que era una broma de mis compañeros", dice. Según explica, Gates leyó el correo y pidió a su gente en Canadá que le ayudara.
"Si le digo la verdad", reconoce ahora, entre risas, "cuando nos sentamos por primera vez, no tenía ni idea de lo que quería. Lo único que sabía es que nuestro trabajo era ineficaz". Gillespie explica que no sólo existía descoordinación entre la policía canadiense y la del resto del mundo, sino también entre los cuerpos de seguridad locales, nacionales y la Policía Montada. A menudo, seguían las mismas pistas, en las mismas investigaciones. Así que el sistema que crearon es una gran base de datos, donde el investigador introduce la información de que dispone y sabe automáticamente si alguien más investiga el mismo crimen.
Gillespie recuerda el primer éxito. Un hombre había violado a una niña de cuatro años y puso las imágenes en Internet. El FBI y Scotland Yard estaban detrás de su pista, y sabían por la dirección de su ordenador que vivía en Toronto. Los investigadores trabajaron juntos y, gracias a la combinación de las distintas informaciones, identificaron al criminal y lo detuvieron. El sistema, cuenta su inspirador, ha ayudado a detener a 64 criminales de todo el mundo. Y hace menos de dos semanas, un agente del equipo de Gillespie, Paul Krawzcky, detenía a un criminal dos horas después de que violara a una niña.
Tras pasar 27 años en la policía de Toronto, Paul Gillespie dejó su cargo en junio. Este padre de familia, amante del golf y el jogging, se dedica ahora a dar charlas sobre la protección de la infancia en la Red. Y se siente orgulloso de que las policías de seis países (Canadá, España, Reino Unido, Italia, Malaisia y Brasil) ya utilicen el sistema.