El único que lo hizo ayer ante los periodistas fue, precisamente,
Alfonso Guerra, que sacó su vena irónica para referirse a lo que ha sucedido en Madrid. “¿Qué le parece la dimisión de Sebastián?”, se le preguntó en los pasillos del Congreso. “No sabía nada -contestó-. ¿Y de qué ha dimitido? ¿Qué era?”, aclaró a los periodistas. Cuando alguien le recordó que Miguel Sebastián fue el candidato a la Alcaldía de Madrid por el PSOE, Guerra interrumpió con otra pregunta a sus interlocutores con cierta sorna: “¿Pero no habrá dimitido de candidato?”, indicó.
Mucho menos irónico fue el ex presidente madrileño
Joaquín Leguina, quien acusó al secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, de haber “convertido al partido en Madrid en “una alfombra para que por ella pasara la ejecutiva federal, especialmente
José Blanco”. Agregó a este respecto que, “cuando uno se pone de alfombra, suele pasar una cosa elemental: que a uno lo pisan y, si viene algún perrillo, lo mea; y eso es lo que ha pasado”.