Entrevista BBC a Aznar 24-07-2006 subtitulada.

Estudio estadístico sobre la inmigración en España.
http://www.mtas.es/migraciones/Integ...ECI_punto2.pdf

Desde el punto de vista de los países receptores de inmigración (como, por ejemplo, España).
La pujanza de la economía sumergida, que no deja de reclamar mano de obra indocumentada, se encuentra en el verdadero origen del llamado ‘efecto llamada’. El reclamo principal para la inmigración no es la regularización de inmigrantes que decide el Gobierno, sino la certeza de que existe en España una demanda de trabajadores que ejecuten determinadas tareas poco cualificadas.

http://weblogs.madrimasd.org/migraci.../26/35503.aspx

Actualmente en España sigue demandándose mano de obra de baja cualificación procedente de los inmigrantes. Para ello, hay que flexibilizar y acelerar las vías oficiales de su entrada, porque en el caso contrario, seguiremos siendo testigos de una inmigración desordenada que utiliza cada vez más intensamente vías ilegales para llegar. Por ahora, la solución que se ha proporcionado en este campo, fue la organización de procesos extraordinarios de regularización que en la práctica no conducen al camino deseado ya que no solamente la inmigración no se ha convertido en más ordenada, sino que se ha producido un enorme aumento de las llegadas de ilegales. Por tanto, hay que reglamentar que el camino para formar parte de la fuerza de trabajo en el país no es a base de los procesos de regularización trabajando antes de ello en la economía informal, sino determinar más exactamente posible la necesidad de mano de obra inmigrante en cada sector económico, en cada comunidad autónoma y así ofertar estos puestos en los países de origen y mientras tanto promover una política migratoria más restrictiva que excluya la posibilidad de futuras regularizaciones masivas.

...

Aún así, una más de las recomendaciones hacia la política migratoria española sería seguir el ejemplo de otros países europeos y convertirla en más restrictiva.

http://www.realinstitutoelcano.org/documentos/252.asp

Una forma de ocupar puestos de trabajo poco agradecidos con sueldos miserables que luego repercute - como las amenazas de deslocalizaciones empresariales - en el resto de la gente.
Si fue una visión para mantener la economía tal y como afirma El Mundo, no entiendo las críticas a la inmigración; primero ilegal y luego regularizada como podéis ver en alguna de las tablas del último link.
Ni las críticas a los problemas en caso de recesión siendo los principales promotores desde 1996 de tal tendencia.
Ni hablar del efecto llamada de las regularizaciones cuando quienes encuentran trabajo de forma ilegal están pregonando que hay para todos y se les permite venir a todos - no sólo a 14000 subsaharianos por Canarias- por los Pirineos o por Barajas.

Un saludo.

Pensemos un poco.

¿Qué sector es el más beneficiado por la entrada de inmigración asaco y mano de obra barata? ¿Quién reduce sus costes? ¿eim?

Avance resultados encuesta ForoDVD:

Suárez: * *5,25 y 7 *
Calvo-Sotelo: 5 y 6,5 *
González: 6,6 y 5,2 *
Aznar: 7,2 y 5,2
Zapatero: 5,2
Tejero: cero votos escrotados *

De momento el mejor Suárez, segundo Calvo Sotelo y por último El RESTO EMPATAN.
Al final se cumple la teoría de que el centro siempre gana, incluso con muestras tan pequeñas como esta.

Con el sistema anterior, cuando alguien vota 0 o 10 a *un candidato, se desvirtúa el resultado Ciertamente habría sido *mejor una lista de más a menos valorado. El mejor puntuaría 5, el segundo 4 y asi sucesivamente. Al final se suman los puntos y tendríamos un ranking más preciso..

Suárez: 8 y 7
Calvo-Sotelo: 5 y 5
González: 6 y 6
Aznar: 1 y 0 soy un radical y tengo acciones en el grupo prisa.
Zapatero: 6

Tejero: insuficiente tiempo en el mandato para puntuar.

Iniciado por takinardi

Aznar: 1 y 0 soy un radical y tengo acciones en el grupo prisa. *

no me había dado cuenta, fíjate, jejej..

Yo creo que a la hora de evaluar a un gobierno hay que tener en cuenta la situación y el entorno en que le tocó gestionar el asunto .

Dicho lo anterior, creo que la gestión capitaneada por Suárez tenía todo en contra .

Por un lado, la crisis económica del 73 pues mientras en Europa se tomaron medidas, aquí Franco agonizaba y no se hizo nada, echando sobre la excelente salud del sector exterior el resto ... hasta que reventó y encima le tocó el rebrote del 78 . Un, como se llama económicamente, "shock de oferta adverso", es el desequilibrio económico más difícil de corregir .

Si a una precaria situación económica, le añadimos el cambio político con un terrorismo crecido (ETA, Grapo y FRAP) para ver posible la consecución de sus objetivos, unos fascistas inmovilistas que echaban la culpa del desastre económico a la nueva situación política, el "ruido de sables" de los militares pro-franquistas y una oposición que no pasaba ni una enormemente cruel junto a una exigua minoría parlamentaria que tenía UCD entonces pues demasiado bien salió .

Espero y deseo que la historia ponga en su sitio a Suárez, Tarancón, Gutiérrez Mellado, Fdez. Miranda y otros tantos incluyendo al Rey por traernos la tan ansiada democracia sin derramamiento de sangre.

Ah, y destacar que fue en la etapa de Suárez cuando se hizo la reforma del IRPF y del Impuesto de Sociedades más o menos tal y como los conocemos hoy así como la Ley del divorcio, ambas capitaneadas por Fdez. Ordóñez, que luego fue ministro con el Psoe de Asuntos Exteriores, además de la Constitución y el sistema de autonomías, en definitiva, el cambio político .

Un saludo.

Aunque aún sigo de vacances, respecto al tema de la situación económica de la era Aznar, copio y pego un documento de la UE respecto al PActo de Estabilidad (no me dejar poner el enlace al documento) *:'(

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento es el pilar fiscal de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Fue adoptado por el Consejo Europeo en Ámsterdam el 7 de junio de 1997 con el objetivo de alcanzar un equilibrio adecuado entre las funciones de disciplina presupuestaria y estabilización macroeconómica de la política fiscal. El Pacto establece una serie de normas que completan las disposiciones fiscales ya adoptadas en los artículos 99 y 104 del Tratado de Maastricht cinco años antes. Los Estados miembros deberán alcanzar una situación presupuestaria de proximidad al equilibrio o superávit a medio plazo, al mismo tiempo que evitar déficit excesivos a corto plazo.

Se emplean dos criterios para declarar la existencia de un déficit excesivo: un déficit público que rebase el valor de referencia del 3% del PIB y una deuda pública superior al 60% del PIB, a menos que esté disminuya a un «ritmo satisfactorio». Estas normas se completan con una serie de acuerdos institucionales que constituyen los componentes preventivo y disuasivo del Pacto. El componente preventivo implica la obligación de presentar programas de estabilidad para los Estados miembros que han adoptado el euro y la obligación de presentar programas de convergencia para los Estados miembros que no lo han adoptado. En dichos programas se establecen los objetivos presupuestarios a medio plazo y la senda de ajuste para alcanzarlos. El componente disuasivo consiste en un procedimiento rápido para la corrección de los déficit excesivos.

La breve historia del Pacto merece una evaluación positiva. El Pacto ha apoyado el intenso proceso de saneamiento presupuestario que tuvo lugar en la UE entre los años 1997 y 2000. Sólo Portugal registró un déficit público superior al 2% del PIB en 2000. Aunque este proceso de saneamiento se interrumpió en varios países a partir de 2000, los déficit públicos, excepto en Grecia, no volvieron a los niveles observados durante la recesión de principios de los años noventa, y ello a pesar de la prolongada ralentización de la economía y del carácter moderado e incierto de su recuperación.

En la zona del euro, Portugal en primer lugar y Alemania y Francia a continuación entraron en una situación de déficit excesivo, lo que provocó la activación del componente disuasivo del Pacto, a saber, el procedimiento de déficit excesivo. Aunque la recesión de 2001-2002 y la debilidad de la recuperación no mejoraron la situación, la causa real de los déficit excesivos fueron los errores de política económica. Varios Estados miembros no aprovecharon las coyunturas favorables para acelerar su proceso de saneamiento presupuestario y, en algunos casos, aplicaron políticas procíclicas, especialmente por medio de recortes tributarios, lo que empeoró una situación fiscal ya precaria. Además, los niveles de deuda no disminuyeron a un ritmo satisfactorio, llegando incluso a aumentar en algunos casos. La reforma del Pacto, que se debate a continuación, es un intento de abordar estos problemas.
Es decir, el entorno de las locomotoras europeas (Alemania, Francia e Italia) no era positivo, como dije antes .

España no es uno de los países que ha tenido dificultades para alcanzar los objetivos del Pacto. Su hacienda pública se había deteriorado durante la recesión de principios de los años noventa y la necesidad de sanearla era ya una prioridad. El objetivo de ingresar en la unión monetaria desde el inicio de ésta dio más fuerza al proceso de saneamiento presupuestario y el Pacto impulsó aún más este proceso.

A diferencia de lo ocurrido en otros Estados miembros, la reducción del déficit fue más allá del valor de referencia del 3%, hacia el objetivo de alcanzar una situación de proximidad al equilibrio o superávit. En 2002 se alcanzó un presupuesto equilibrado. El Pacto también implicó cambios institucionales. En él se inspiró la Ley General de Estabilidad Presupuestaria, especie de pacto de estabilidad nacional que garantiza una estrecha coordinación entre las políticas fiscales de las comunidades autónomas y del Estado.

Sigo en otro post .

Este breve artículo analiza cómo se ha aplicado el Pacto en España, cuáles han sido los resultados económicos y qué cambios institucionales han tenido lugar.

Sin embargo, la naturaleza de los problemas existentes en la UE, incluida España, en los años noventa era diferente de la de los problemas que afronta actualmente la zona del euro. Del mismo modo que el Consejo se ha comprometido actualmente a reformar el Pacto conforme a las propuestas que presentó la Comisión en septiembre del pasado año, España también debe reconsiderar el papel de la hacienda pública en un marco internacional globalizado y en rápida evolución. Teniendo presentes estas consideraciones, en el apartado 2 se analiza con mayor detalle el proceso de saneamiento presupuestario en España. En el apartado 3 se tratan algunas cuestiones institucionales, especialmente relacionadas con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y la importancia de establecer una responsabilidad compartida para la política fiscal en un país descentralizado como España. En el apartado 4 se abordan los retos que tiene planteados la economía española y el papel de la política fiscal.

2.-Saneamiento presupuestario en España
El proceso de saneamiento presupuestario permitió dejar atrás la época de altos déficit y acumulación de deuda por la que había atravesado España. El déficit público, que había alcanzado un máximo del 6,6% del PIB en 1995, comenzó a disminuir gradualmente a partir de 1996, para llegar prácticamente a desaparecer en 2002 y pasar a un superávit del 0,4% del PIB en 2003. En 2004, el saldo presupuestario volvió a ser negativo, registrándose un déficit equivalente al 0,3% del PIB (añado, en un entorno internacional de crisis) . Sin embargo, si no se tienen en cuenta las operaciones puntuales relativas a la inclusión, en los presupuestos generales del Estado, de RENFE y RTVE3, se obtiene un superávit equivalente a medio punto porcentual del PIB.

El proceso de saneamiento tuvo lugar en un marco macroeconómico aparentemente favorable.Desde 1995, el PIB real había crecido a una tasa media anual en torno al 3%, tasa superior en aproximadamente un punto porcentual a la observada en la zona del euro . Como consecuencia de ello, la diferencia entre el PIB real per cápita de España y el de la zona del euro se redujo en más de siete puntos porcentuales en una década. La creación de empleo también fue notable, alcanzándose una tasa media del 3,4% (superior en más de dos puntos porcentuales a la tasa observada en la zona del euro). Paralelamente, la tasa de desempleo disminuyó de una cifra superior al 18% a mediados de los años noventa a una cifra ligeramente inferior al 10%

La política monetaria aplicada por el Banco de España, cada vez más orientada a la estabilidad de precios, especialmente a partir de 1995, con el fin de cumplir los criterios de Maastricht, llevó la tasa de inflación a mínimos históricos ya en 1997-1998. Las menores tasas de inflación permitieron, a su vez, una política monetaria más flexible, registrándose una continua reducción de los tipos de interés reales.

Desde 1999, cuando la política monetaria se transfirió al BCE, un tipo de interés nominal en función de la inflación media de la zona del euro (mientras que en España la inflación había sido constantemente muy superior) produjo una mayor relajación monetaria en España, que, consiguientemente, disfrutó de unas condiciones monetarias más flexibles (tipos de interés reales negativos) que otros Estados miembros.

Por lo tanto, es evidente que el proceso de saneamiento presupuestario ha gozado de unas condiciones particularmente favorables en España, donde el PIB nominal ha crecido constantemente a una tasa anual superior al 6%. La cuestión que se plantea es: ¿Constituyen estas favorables condiciones económicas el principal factor de saneamiento?

Como ocurre a menudo en economía, la respuesta es ambigua. Aunque el fuerte crecimiento creó un marco favorable para el ajuste presupuestario y propició un constante aumento de los ingresos públicos, la mayor parte del saneamiento se basó principalmente en la limitación de los gastos por medio de medidas discrecionales permanentes. El crecimiento del PIB real en el período fue próximo al crecimiento potencial de la economía española, esto es, a su tasa de crecimiento a largo plazo. Por lo tanto, los factores cíclicos –crecimiento del PIB por encima de su tasa potencial– parecen insignificantes. Además, el crecimiento potencial no ha variado significativamente durante las dos últimas décadas. Entre 1985 y 1995, la tasa potencial media se estimaba en el 2,8% anual, y entre 1995 y 2004, en una cifra similar, el 3%. Además, una vez eliminados los efectos del ciclo económico, las variaciones del saldo ajustado en función del ciclo (SAC) muestran que la reducción del déficit ha sido en gran medida discrecional. Mientras que el endurecimiento de la política fiscal constituyó una característica común en la mayor parte de los países de la zona del euro hasta 1999, en España el proceso no sólo fue más riguroso, sino que además el mismo se prosiguió hasta alcanzar una situación de proximidad al equilibrio. Cómo se observa en el gráfico siguiente, el saldo presupuestario ajustado en función del ciclo (negativo) se ha ido aproximando constantemente a cero en España, mientras que en el conjunto de la zona del euro está empeorando.

En particular, mientras que los saldos primarios (que no tienen en cuenta los pagos de intereses) han sido negativos hasta 1995, esta tendencia se invirtió en 1996 cuando el déficit nominal (5,0%) se redujo por debajo de los pagos de intereses, que ascendían a cerca del 5,5% del PIB. Desde entonces, los superávit primarios han aumentado constantemente hasta alcanzar cifras próximas al 3% entre 2001 y 2004. En realidad, el proceso de saneamiento se ha detenido en la zona del euro como consecuencia de la recesión: se ha observado un repunte de los gastos y una aceleración de la reducción de los ingresos. Sin embargo, el endurecimiento de la política fiscal en España fue en realidad procíclico entre 2001 y 2003, lo que llevó a pequeños superávit presupuestarios en un contexto de brechas de producción negativas.

Los estudios realizados demuestran que un saneamiento duradero sólo se consigue si éste se basa en una limitación del gasto. De hecho, esto es lo que ha ocurrido en España, ya que alrededor de tres cuartas partes de la mejora de siete puntos porcentuales del PIB del saldo presupuestario se han obtenido por el lado de los gastos.

Entre 1995 y 2004, los gastos públicos aumentaron en torno a 5,5 puntos porcentuales del PIB, mientras que los ingresos públicos aumentaron en 1,5 puntos porcentuales del PIB. Aunque fue más pronunciado al principio del periodo, el saneamiento presupuestario prosiguió incluso durante la ralentización de 2001-2002.
Gráfico 1: Saldo presupuestario de las administraciones públicas
(en % del PIB, 1995-2005)

Este aumento de los ingresos públicos se deriva en gran medida, aunque no completamente, de la composición del crecimiento. Por una parte, la proporción del crecimiento debida al empleo ha sido particularmente elevada en España, lo que ha llevado a un aumento de las cotizaciones a la seguridad social superior al del PIB nominal. Por otra parte, la demanda interna, especialmente el consumo privado, ha sido el principal motor del crecimiento. Como consecuencia de ello, los impuestos indirectos también han aumentado más que el PIB nominal. Además, se elevaron los tipos de algunos impuestos indirectos y algunos impuestos especiales.

Globalmente, los ingresos tributarios han registrado un aumento constante y uniforme en proporción del PIB (1,6 puntos porcentuales). La recaudación de impuestos indirectos ascendió a cerca de dos puntos porcentuales del PIB, siendo imputable en su mayor parte al IVA, mientras que las cotizaciones a la seguridad social aumentaron en algo más de medio punto porcentual del PIB (0,7% del PIB). Estos ingresos adicionales sólo fueron compensados parcialmente por unos menores impuestos directos, especialmente sobre la renta personal.

Es decir, se disminuye la imposición directa y se deja igual la indirecta de forma que si existe un aumento del flujo circular de la renta, aumenta la recaudación (economía de oferta, según Fisher, ya aplicado y con éxito en Estados Unidos en la época de los 80 (nota de m.Buenas ).

Mientras que el aumento de los ingresos tributarios ha seguido una senda bastante continua y uniforme, la mayor parte de la limitación de gastos tuvo lugar antes de 1999. Entre 1995 y 1999, los gastos totales disminuyeron en 4,8 puntos porcentuales del PIB. A esta reducción contribuyeron casi a partes iguales los pagos de intereses (1,7 puntos porcentuales), las prestaciones sociales (1,5 puntos porcentuales) y los gastos de capital (1,4 puntos porcentuales). La reducción de los pagos de intereses está estrechamente asociada al éxito de las políticas monetarias orientadas a la estabilidad de precios y la consiguiente convergencia de los tipos de interés a los niveles de la zona del euro durante los años noventa. Un alto nivel de creación de empleo explica la reducción registrada en las prestaciones sociales, especialmente en el subsidio de desempleo y prestaciones conexas.

Por último, la reducción de los gastos de capital se asocia con frecuencia a unas menores inversiones en infraestructura; sin embargo, esto no ocurrió en España, en donde la reducción de las inversiones en infraestructura fue relativamente pequeña. La pronunciada reducción de los gastos de capital debe atribuirse más bien a la reducción de las aportaciones de capital y a las subvenciones a las empresas como consecuencia de la política de privatización.

En 2000, la reducción de los gastos en España comenzó a desaparecer progresivamente. Sin na parte de los ingresos extraordinarios generados por un crecimiento especialmente a reducción del déficit y un alto crecimiento del PIB nominal indujeron una reducción de la n resumen, el saneamiento presupuestario logrado en España en los diez últimos años
embargo, mientras que en otros Estados miembros el proceso de saneamiento se interrumpió o incluso invirtió su tendencia, la política de gastos española, aunque no era especialmente restrictiva, estaba suficientemente controlada para permitir que el aumento de los ingresos mantuviera una senda hacia una situación de proximidad al equilibrio. Entre 2000 y 2004, la proporción de los gastos totales en el PIB se mantuvo prácticamente sin variaciones, pero cambió su composición. Mientras que los pagos de intereses siguieron disminuyendo, como consecuencia de unos tipos de interés todavía decrecientes y de la reducción de la deuda, ninguna otra partida de gasto registró una reducción significativa. De hecho, los ahorros en los pagos de intereses sirvieron para alimentar el consumo público final, que registró una aceleración, recuperando en 2003 la importancia alcanzada en 1996 (17,9 puntos porcentuales del PIB) y registrando un máximo en 2004 (18,5 puntos porcentuales).


Sigo

Una parte de los ingresos extraordinarios generados por un crecimiento especialmente propicio a la recaudación tributaria fueron anulados por sendas reformas del impuesto sobre la renta personal en 1998 y 2002.

Ambas reformas tendían a simplificar la estructura del impuesto sobre la renta proporcionando al mismo tiempo incentivos para aumentar la participación en el mercado de trabajo y mejorar el funcionamiento de este mercado y el ahorro. En concreto, el aumento del mínimo exento para la contribución de las pensiones privadas ha favorecido la aparición de ahorros a largo plazo en relación con la jubilación. Además, se considera que la reducción de los tipos marginales máximos ha tenido efectos positivos, principalmente sobre la oferta de empleo, reduciendo los efectos distorsionadores de la imposición. Los impuestos directos pagados por las economías domésticas se redujeron en un 1% del PIB.

Estas reformas tributarias también parecen haber contribuido positivamente al crecimiento y al empleo sin poner en peligro el saneamiento presupuestario, a diferencia de lo ocurrido en otras grandes economías de la zona del euro, en las que unas reformas del impuesto sobre la renta personal más ambiciosas han puesto fin al proceso de saneamiento presupuestario.

La reducción del déficit y un alto crecimiento del PIB indujeron a una reducción de la DEUDA ya que los otros gastos no incluidos en el presupuesto público se mantuvieron controlados a un nivel relativamente bajo. Las privatizaciones también contribuyeron a la reducción de la deuda. Entre 1996, cuando el ratio de deuda alcanzó un máximo del 68% del PIB, y 2004, la deuda bruta se ha reducido en más de 17 puntos porcentuales del PIB.

En resumen, el saneamiento presupuestario logrado en España en los últimos diez años (era Aznar, añado yo) representa uno de los sucesos más favorables en la historia de la UEM. España ha corregido sus profundos desequilibrios presupuestarios a largo plazo y ha alcanzado una situación de proximidad al equilibrio o superávit.

Además, su proceso de saneamiento parece ser adecuado, al basarse en una reducción de los gastos y no en una expansión de los impuestos.

Por último (y resumo yo) quedan un reto : Si bien la UE advierte que el incremento del PIB se ha trasladado sobre todo en la creación de empleo a una tasa del 2,5% anual, quedaba pendiente hacer una reforma a fin de mejorar la productividad de la economía española, a mi juicio muy deficiente todavía, cosa que aún está sin hacer y que además se ve agravada por el diferencial de inflación actual con respecto a nuestros socios europeos .

Esto lo dice la UE, no yo . De modo que en la era Aznar podemos criticar muchas cosas pero no creo que sea acertado hacerlo en la política económica a la que debemos mucho, no sólo la entrada en el euro y la estabilidad presupuestaria sino que incluso quizá la inercia actual de PIB positivo. Puede que se pudieran haber hecho mejor las cosas, que siempre se puede hacer mejor pero la realidad es que con una economía japonesa estancada, Alemania, Francia e italia con PIBs negativos, la crisis asiática de por medio que hayamos aguantado el tirón, pues qué queréis que os diga, pero me tengo que rendir antes los hechos y las evidencias y es que durante algunos años, hasta España se había convertido en una pequeña locomotora de la economía europea y si eso me lo dicen diez años antes, me hubiera entrado la risa, pero mira. nunca digas nunca jamás .

Saludos.

Iniciado por matias_buenas

...Además, se considera que la reducción de los tipos marginales máximos ha tenido efectos positivos, principalmente sobre la oferta de empleo, reduciendo los efectos distorsionadores de la imposición. Los impuestos directos pagados por las economías domésticas se redujeron en un 1% del PIB.

Estas reformas tributarias también parecen haber contribuido positivamente al crecimiento y al empleo ...

En cuanto a los impuestos, es suficientemente conocido, y los datos son de un organismo tan poco sospechoso como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que entre 1996 y 2002 la presión fiscal aumentó en España 2,8 puntos respecto al Producto Interior Bruto (PIB), pasando del 32,8 al 35,6. Es decir, que de cada 100 pesetas producidas Hacienda recaudaba 32,8 en 1996 y pasó a recaudar 35,6 en el año 2002. Esta realidad es hábilmente enmascarada por el Gobierno del PP con sucesivos anuncios de bajada de impuestos. La ilusión que se ofrece a los contribuyentes de que cada vez pagan menos se debe a que las únicas reducciones se producen en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en el que cada uno sabe lo que paga porque anualmente debe presentar la correspondiente declaración. Pero si el IRPF baja, los demás impuestos no han dejado de subir. Sobre todo los indirectos, impuestos menos dolorosos porque se pagan poquito a poco, en la cesta de la compra, al repostar gasolina o al tomarse una caña, sin que el contribuyente lo note ni sepa exactamente cuánto paga. El desplazamiento de la carga impositiva de los impuestos directos hacia los indirectos tiene también el efecto de que el sistema es cada vez más regresivo; pagan menos los que más tienen, exactamente lo contrario de lo que dispone la Constitución.

He tenido la ocasión de comprobar los cambios de los impuestos en mi bolsillo.
Y se ajustan a lo que indica la nota que he añadido.
Pago lo mismo en el IRPF y mucho más por impuestos indirectos.
Otra cosa es como se quiera maquillar.

Un saludo.

Buen apunte, dacres, pero no es del todo correcto . A ver si soy capaz de explicarlo, porque la bajada de impuestos directos puede ser o no un dinamizador de la economía, depende de la coyuntura de la economía que tratemos puede ser positivo o no y es lo que se llama economía de oferta.

Mira, un gobierno tiene dos facultades para actuar en la economía : la política fiscal y la política monetaria . Vamos con la primera . :

La primera, tiene dos armas . Una, es la recaudación y la otra la redistribución vía subvenciones o ayudas . Respecto a la primera, creo que es un logro de la izquierda hoy asumido por todos el hecho de que pague más quien más tiene y así lo recoge nuestra Constitución y en eso todos estamos de acuerdo y es una forma acertada de redistribuir la riqueza . La forma de recaudar es de dos tipos, vía imposición directa (el IRPF con un tipo variable en función de la renta, el Impuesto del Patrimonio, el Impuesto de Sociedades con tipos del 30% para PYMES y el 35% para el resto, entre otros) y otra es la indirecta cuyo máximo exponente es el IVA, con un tipo fijo, pongamos el 16 % para simplificar .

La economía de oferta sostiene que es el sector privado el más eficiente económicamente y uno sabe mejor que nadie cómo gestionar su riqueza . Parte de la base que si bajas la imposición directa, te queda más renta disponible que perfectamente se puede canalizar al consumo o al ahorro, de manera que en vez de dar una cantidad al Estado para que la administre, tú puedes consumir, por ejemplo, en lo que tú creas más conveniente para ti y tributas un tanto por lo consumido .

Si tienes más renta, consumes más, si consumes más, las empresas venden más, si las empresas vende más, necesitarán más recursos, entre ellos empleo, con lo que habrá más gente para consumir y vuelta al círculo, es decir, aumentamos el nivel de actividad, el PIB . Por tanto, si bajas el tipo a las clases menos pudientes, éstas consumirán más pero como las más pudientes consumen más, también pagarán más . En definitiva, este sistema recauda más si la actividad aumenta compensando el hecho de la bajada de la recaudación por la reducción de los tipos directos por lo que es cierto que a la larga el Estado sí recauda más por PIB pero también devuelve al sistema, a las clases menos pudientes, como es el caso de los pañales y leche de continuación gratis a los inmigrantes, por ejemplo, que es una pasta.

Si coges tu caso personal, dices que pagas lo mismo por IRPF pero si deflactas lo que ganas puede que no sea así (en mi caso, así ha sido, por ejemplo) . Sin embargo, segura que vía indirecta has pagado más pero porque has consumido más y si has consumido más es porque has tenido más renta para hacerlo luego has sido un poco más rico .

Esta política es positiva cuando la oferta agregada de la economía está preparada para atender un consumo creciente de las familias sin tensiones inflacionistas como era el caso español (recuerda que la formación bruta de capital se movía en tasas del 18%) . No lo es, en cambio, cuando se trata de que el sector público tire de la economía, como cuando se sale de una guerra o una recesión o el caso de España en los 80 donde teníamos muchas infraestructuras por crear, por ejemplo .

En definitiva, la OCDE tiene razón en lo que dice porque bajar la imposición directa no representa un descenso de la recaudación pues si fuera así es que nos hemos equivocado en la medida . Quizá a muy corto plazo pueda ser así, pero las políticas económicas se hacen mirando al largo plazo y en el largo plazo no debe ser así . Y no se puede desligar el incremento de la recaudación con el incremento de la renta disponible pues si ésta aumenta más, es que hemos acertado .

He intentado simplificar un poco la cuestión pero espero haberme explicado de forma entendible.

Un saludo.

PD: La actuación en materia de política monetaria por parte de un gobierno, me apasiona más . Si tienes interés en conocer algo de ello, no tengo ningún problema en contar algunas cosas, que soy un libro abierto, porque es realmente acojonante ver cómo todo influye y ayuda a comprender muchas cosas del mundo en el que vivimos . En este hilo, en otro o en privado, como quieras (si quieres, claro, pero sin prisas) .

Claro. La teoría de: bajar impuestos implica aumento de consumo que a su vez implica aumento de recaudación … está muy bien, aunque es una simplificación de la realidad que yo no comparto, depende del caso de estudio.

En todo caso, Matías, esto no se ajusta para nada a la realidad de lo que ha ocurrido en España. Más bien es la milonga mediática que nos han vendido los sucesivos gobiernos del PP. La presión fiscal en España -que se define como porcentaje del total de ingresos tributarios sobre el PIB- *no ha disminuido en la época de Aznar. Al contrario: ha aumentado, así que no casa tu teoría si se aplica al caso que hablamos.

Datos de Eurostat:

indic_na tr Total general government revenue
unit pc_gdp Percentage of GDP
sector s13 General government

<> time 1995a00 1996a00 1997a00 1998a00 1999a00 2000a00 2001a00 2002a00 2003a00 2004a00 2005a00
geo
es Spain 37.6 38.0 37.9 37.5 38.0 38.1 38.0 38.4 38.3 38.7 39.3


Se ha pasado de una presión fiscal del 37,6 % al 39,3% del PIB entre 1995 y 2005

EMHO, y de acuerdo a los datos que aporté, el crecimiento en España de la última década se sustenta principalmente en dos factores de economía real:

1. Ola de inmigración
2. Acceso a un mercado común con ventaja competitiva de salarios bajos

Y también en un factor mucho más monetario que real.

3. Burbuja inmobiliaria

Cuantitativamente menores se pueden citar otros dos factores, el primero monetario y el segundo real:

5. El entorno internacional de bajadas de tipos
6. el efecto de la fuerte inversión en infraestructuras del gobierno anterior.

Todos estos factores, del 1 al 6, son exógenos, salvo quizá el 3. Y siempre que entendamos que la inmigración no tiene causa endógenas, porque ya se sabe que los más beneficiados por la entrada de mano de obra barata son los empresarios.

El crecimiento no es explicable de ningún modo por la política fiscal de los gobiernos de Aznar. No hay que creerse lo que cuentan los gobernantes de turno. Al contrario, se ha seguido una política marcadamente anticíclica, lo cual a mí en principio me parece que han hecho muy bien. En ese sentido parcial, chapeau, aunque no sea lo que nos han querido vender sus portavoces mediáticos. El informe que has pegado, se refiere exclusivamente al apartado de Hacienda Pública: un análisis muy parcial si hablamos de Economía.

No habré sido yo quien haya negado la mejora de la deuda pública, rebobina el hilo si no estás de acuerdo. Pero, como ya expliqué y como se desprende del informe que citas, el principal impulso en este sentido se ha debido al crecimiento (que como ya he apuntado, se explica por causas fundamentalmente exógenas), y en segundo lugar se explica por el aumento de la presión fiscal y la severidad en el gasto público.

Pero además de atender a las grandes cifras macroeconómicas, hay que atender mucho más a otros aspectos “micro”. En Política Fiscal, a mí como ciudadano, me interesa mucho conocer aspectos como el gasto social y su composición, la eficiencia del gasto público, la calidad de los servicios públicos, *las políticas redistributivas, *quién recibe las subvenciones, … Además no podemos dejarnos engañar por indicadores malísimos como el IPC.

Por si alguien opina que las políticas económicas son cuestión de matemáticas financieras: No es cierto. Detrás de todo subyacen ideologías y sobre todo intereses de grupo. Las medidas económicas por lo general benefician a unos a costa de otros. Por eso, siempre hay que estar ojo avizor y descifrar quiénes salen más beneficiados con cada medida. El ejemplo de las reformas fiscales efectuadas por el PP es arquetípico. Reducción de impuestos directos, con recortes muy grandes en los tramos más altos de renta (me refieroal “high end”) y aumento de los impuestos indirectos y especiales. Esto es totalmente regresivo, como bien ha apuntado Dacres.

La riqueza nacional es un pastel a repartir entre todos. El Estado tiene una misión de redistribución de renta, porque está demostrado que de no existir esta, los ricos se hacen cada vez más ricos y los pobres más pobres, suponiendo en el largo plazo la desaparición de las clases medias. Una distribución equitativa favorece un clima económico de estabilidad y ausencia de conflictos, una mayor igualdad de oportunidades que *implica a su vez una mejora en la asignación de recursos, un mayor nivel educativo general que implica mayor potencial productivo de la Economía… En países tercermundistas no existen mecanismos redistributivos por lo que tampoco existen clases medias y la tendencia en ellos es de estancamiento secular de la economía.

El caso más exagerado se ha dado en EE.UU y en menor medida en el Reino Unido. Se ha producido una enorme involución en cuanto a distribución de renta y estado del bienestar. Comenzó con la época Reagan/Thacher y ha continuado en la de Bush/Blair. Se han recortado muchísimo los gastos sociales y los niveles de pobreza relativa e inasistencia alcanzan límites de república bananera en los EE.UU. En España con Aznar se ha iniciado ese camino, aunque por partir de una situación más igualitaria y por estar en un marco europeo, no es comparable a los US, ¡por fortuna! Pero la tendencia de las políticas empleadas ha sido esencialmente la misma, salvando las distancias.

El PIB en España ha crecido en términos per capita como ya hemos visto. He extraído de Eurostat el dato de PIB per capita en euros de 1995:

unit
eur_hab_kp95 Euro per inhabitant (at 1995 prices and exchange rates)

indic_na *b1gm Gross domestic product at market prices

<> geo es Spain

1995a00 * * * 2005a00

11600 * * * ** 15100


Que significa un aumento del 30 % en términos reales y per capita, durante el pasado decenio (un 2,7 % en tasa media anual).

Pues si a mi me pregunta alguien si gano un 30 % más (en términos reales) que hace 10 años, seguramente le diga -¡¡Venga ya, te has vuelto loco!!

Y como a mí, le ocurrirá a casi todos los empleados por cuenta ajena. El país es un 30 % más rico en términos reales per capita y sin embargo la mayoría de gente que conozco está igual o peor.

¿Quiénes se habrán comido el pastel? ¿Cómo se explica esto?

Fundamentalmente por dos motivos:

- Políticas fiscales regresivas
- Fuerte aumento del empleo, especialmente el precario.

Es decir, ha aumentado mucho la renta de los más ricos y también ha aumentado la renta de los que anteriormente estaban en paro o se han incorporado al mercado laboral (inmigrantes sobre todo). El resto, generalizando, nos hemos quedado como estábamos o peor.