Además de los watios tienes que conocer la impedancia de los altavoces, es decir los ohm. Una vez conozcas este dato tienes que saber los watios del recepetor para esos ohm. Un viejo truco publicitario es expresar los watios para 4 ohm, con lo que la cifra de watios sube, cuando lo más habitual son altavoces de 8 ohm, con lo que la cifra de watios de nuestro equipo baja.
Una vez sepas estos dos datos lo más habitual es que los altavoces tengan un 130-150% de watios con respecto al amplificador: es decir un ampli de 100 watios necesita unos altavoces de 130-150 watios.
También hay otros factores que puedes tener en cuenta: los decibelios, el rango sonoro, ... una locura y cuanto más leas peor. Fiate de tu oído y ya está.