Este miércoles el alcalde de Madrid ha puesto en funcionamiento la tercera ampliación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de la ciudad, que incluye todo el interior de la autovía M-30 y los cascos históricos de Fuencarral, Carabanchel y Hortaleza. De momento no habrá multas por no respetar el aparcamiento reservado a los residentes. Las multas comenzarán a ponerse en un mes. Eso sí, las infracciones como aparcar en doble fila o ser pillados reincidiendo en un aparcamiento de la zona del estacionamiento regulado, se multan desde este miércoles.
Pero los incidentes ya han llegado, tal y como recoge El Mundo en su edición digital:
"Carabanchel Alto, por ejemplo, amaneció sin parquímetros. Todos arrancados. Y en algunas calles, como Chirimoya, las líneas que supuestamente tenía que estar pintadas de azul o verde, estaban 'repintadas' de blanco".
"Cosas que pasan. Numerosas dotaciones de policía patrullaban por este casco histórico, al que se le ha atragantado el SER".
Y esto ha pasado a pesar de que durante el primer mes 'sólo' se pondrán multas de aviso, según fuentes muncipales. Los vigilantes, sin embargo, seguirán multando a aquellos vehículos que aparquen en doble fila así como a los que reincidan dos días consecutivos en los aparcamientos reservados a residentes.
Los vecinos, indignados
Indignados, los residentes dicen:
"Que se vayan a La Moraleja a poner multas, hombre, que esto es un barrio humilde, de trabajadores de toda la vida y nunca hemos tenido problemas para aparcar". (...)
"Mi marido no se ha sacado la tarjeta y no sé yo si se la sacará", explica. (...)
"En el barrio no entendemos todo esto de los parquímetros. Tenemos otras necesidades en el barrio, que está hecho una porquería. Hay un poblado chabolista aquí al lado cada día más grande, no tenemos biblioteca, hay solares abandonados y encima hay aceras por las que no se puede ni pasar con el carrito por culpa de los parquímetros". (...)
"Aquí nunca hubo problemas para aparcar. Ésta es la gota que ha colmado el vaso".
Los vecinos de la madrileña zona de La Ventilla recogían firmas hace unos días para evitar la implantación de los parquímetros en la vía pública. El servicio de estacionamiento regulado (SER) ha llegado a sus calles, según aseguran, de manera algo injusta. Por ejemplo, en la Avenida de Asturias, todas las plazas son azules (para no residentes), cuando la ley obliga a que, como mínimo, haya un 75 por ciento de plazas verdes (para residentes).
Los residentes comentan que el Ayuntamiento asegura que la decisión se ha tomado por ser una "importante vía comercial". Sin embargo, algunos hablan de que se trata de una maniobra para subir el precio de los garajes de los edificios del Ivima (Instituto de la Vivienda de Madrid) que todavía están sin vender.