No estoy de acuerdo. Una cosa es que la distancia influya en la fatiga visual o que, si es exageradamente cercana (casi pegando la cara a la pantalla), se note demasiado la trama, pero a partir de un mínimo debería dar lo mismo. Si no, si aplicamos ese tipo de fórmulas, nunca tendríamos posibilidad de ver la pantalla a mayor tamaño ya que cuanto más grande fuera más atrás nos deberíamos ir. Más que achacar los problemas a nuestra cercanía a la pantalla deberíamos decir que los problemas están ahí, que son achacables al televisor y que sólo alejándonos lo suficiente de él podemos evitar el percibirlos con claridad. Pero eso sería tanto como decir que en un coche no hay que pasar de 90 para que no se note, por ejemplo, la vibración producida por un mal equilibrado de las ruedas.
Un saludo.