No tengo nada en contra de mostrar escenas de sexo explícito en el cine "convencional", siempre que haya una historia detrás que las justifique y no se trate de una maniobra efectista para atraer al público en masa hacia las salas... No digo que esto último sea lo que pretendía Winterbottom con "Nine songs", pero a ratos lo parece.
Dejando a un lado la bonita fotografía y el eficaz montaje, la película resulta un montón de... nada, hueca y superficial, como la relación entre los dos protagonistas, que Winterbottom apenas esboza y mucho menos profundiza en ella; simplemente nos los presenta follando, yendo a conciertos, y manteniendo conversaciones banales e intrascendentes... Es como ligar un fin de semana y grabarte a la hora del desayuno preguntándole a tu acompañante si prefiere Nesquick o Cola-Cao... Eso sí, la Antártida es preciosa, y que el protagonista cuente su affaire en flashback mientras se encuentra allí trabajando queda de lo más chic...
Y con respecto a la banda sonora, dejando a un lado grupos consagrados como Primal Scream, o incluso Super Furry Animals, abundan en exceso "hypes" de temporada, como Black Rebel Motorcycle Club o Franz Ferdinand... que no es que estén mal, pero si lo que Winterbottom quería era presumir de buen gusto musical quizá debería no haber utilizado el último número del New Musical Express como guía...