No discutiendo el evidente apoyo del fundamentalismo religioso a Trump, pretender circunscribir su victoria al apoyo de grupos minoritarios como este, además de una evidente simplificación, es todo un ejercicio de ignorancia supina respecto a lo que es Estados Unidos y su sociedad.
Dejando aparte cuestiones accesorias, pero no determinantes, como el retraso en apartar al gaga de Biden, hay dos cuestiones, y estas si muy relevantes, que explican la victoria de Trump.
La primera que mientras Trump no solo ha mantenido su numero de votantes, si no que ha incrementado ligeramente su numero de votos respecto a las anteriores elecciones, el partido Democrata se ha encontrado con que 11 millones de votantes de hace cuatro años, en esta ocasión optaron por quedarse en su casa.
Es decir, que mientras Trump ha sabido convencer a sus votantes para que vayan a las urnas, los demócratas, literalmente, han espantado a los suyos.
Y la segunda, que explica la primera, es muy sencilla. Pensar que quienes han votado a Trump son fascistas, machistas y racistas, como ya he dicho es una estupidez que manifiesta total ignorancia, excepto para los periodistas de reconocido prestigio
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No, no es que los votantes de Trump sean machistas, racistas y fascistas. Los habrá, pero también los hay entre los que votan al partido Demócrata.
La verdadera razón que ha decidido estas elecciones ha sido la economía y la inmigración, tanto para los que le han votado, como los que no han votado activamente a Trump, pero han decidido quedarse en casa para no votar a Harris, cuya campaña se ha centrado en, ¡sorpresa!, feminismo, clima, minorías oprimidas (tanto ciertas como imaginarias), y demas gilipolleces verdes, woke y de izquierdas, algo que solo preocupa a los que viven de ese cuento y a unos cuantos atontados que tienen la tripa llena y no tienen que buscarse la vida para llegar a final de mes.
La inflación de estos años ha hecho que muchos ciudadanos hayan visto cómo su sueldo ya no les permite comprar lo que les permitía hace cuatros años y han comparado eso con lo que tenían cuando gobernaba Trump y decidido que, francamente, vivían mejor con ese peculiar señor del pelo naranja.
Y si hablamos de las clases norteamericanas mas humildes, pues mas de lo mismo.
Las clases bajas tienen que competir por los empleos con los inmigrantes llegados ilegalmente al país en estos últimos años.
Durante la anterior presidencia de Trump los sueldos más bajos de los empleos sin cualificación en Estados Unidos estaban creciendo, pero no porque Trump subiera el salario mínimo, sino porque las empresas se encontraban que tenían que competir por encontrar a esos trabajadores para sus empresas.
¿Por qué?, muy sencillo, porque el gobierno no estaba dejando que llegaran más inmigrantes, lo que reducía el numero de demandantes de empleo de baja cualificación que son los mayoritariamente demandados por los inmigrantes.
Cuando Biden llegó al poder, eso se acabo. Mas inmigrantes ilegales, mas mano de obra barata dispuesta a trabajar por menos, lo que llevo los salrios de este colectivo a presionar a la baja.
Así que sabiendo esto, estaba claro que muchos votantes, incluidos los que votaron demócrata hace cuatro, en esta ocasión no iban a hacerlo, si no cambiando la orientación de su voto, si quedándose en su casa.
Y eso por no mencionar el problema añadido de los problemas de delincuencia que genera mucha de esa inmigración.
Y como ultimo apunte, salvando las distancias en cuanto sistema político y su funcionamiento, , no quiero dejar pasar, si miramos a lo fundamental, en como las estrategias de Trump y Sanchez son son literalmente clavadas.
Ahí lo dejo.