Yo también estoy en eso. Lo que se propone ahora es una labor de ingeniería social de una casuística endiablada, que dada la capacidad de gestión que ha demostrado este gobierno huele como el napalm al levantarse por las mañanas del Teniente Killroy. Estuve leyendo un estudio USA que predecía más muertes por la crisis económica que por el propio virus, sin dejar de lado las consecuencias sociales que puede generar a largo plazo.
Llegamos tarde al martillo, tarde al control y creo que tarde a las soluciones de reactivación económica. Además de lo dudoso que puede ser desde un punto de vista legal el mantener a la población agazapada es a medio-largo plazo inmanejable. Sigo pensando que la estrategia sueca es la más razonable, no detener la economía, fiarse de la población y el sentido común y concentrar los recursos de protección en el segmento de población más vulnerable a la enfermedad.
Esto exigiría en primer lugar decir la verdad sobre la situación, no contar milongas y no legislar sobre cosas de las que no se tiene ningún control ni previsión como está ocurriendo en estos momentos.
Saludos