Luca di Montezemolo ha provocado la dimisión de Jean Todt como director general de la marca, el último obstáculo que quedaba para la llegada del asturiano. Su ausencia hace tambalear la continuidad de Massa
Si Fernando Alonso lo estima oportuno podrá fichar por Ferrari en 2009. Luca di Montezemolo, presidente de la marca, no pudo contratarlo para esta temporada durante el pasado invierno porque le debía el favor al brasileño Felipe Massa. Renovado antes de la última carrera, en Interlagos cedió su victoria para que Kimi Raikkonen ganara el título de 2007. Lo único que Montezemolo pudo decirle al ovetense en sus conversaciones es que les interesaba para el futuro. Y este martes forzó la dimisión de Jean Todt como consejero delegado, el último obstáculo que quedaba para la posible llegada de Alonso. El francés estaba dispuesto en los últimos tiempos a aceptar al asturiano, pero exigía la presencia de Massa en el equipo.
Con el galo sin cargo ejecutivo en la firma del 'Cavallino', la posición del brasileño en el equipo se tambalea. Si ya en pretemporada su rendimiento bajó con la pérdida de las ayudas electrónicas, la carrera del pasado domingo le ha colocado en el centro de todas las críticas. A Kimi aún le queda crédito como campeón mundial, pero al piloto de Sao Paulo ya no. El lunes pasado la revista 'Autosprint' hablaba incluso de que se habían abierto las negociaciones con el alemán Sebastian Vettel para que fuera su sustituto. En cualquier caso, en Italia las voces críticas dentro de la Prensa no descartan una posible marcha también de Raikkonen si mantiene la línea fallona de Australia.
El sueño oculto del presidente de la escudería pasa por tener, en cualquier caso, a Fernando y a Kimi juntos. De momento, Montezemolo ya dijo el pasado sábado en la prensa italiana unas palabras que, vista la posterior renuncia de Todt (que ocupará un alto cargo simbólico y defenderá a la marca en el Consejo Mundial), cobran ahora una dimensión aún mayor: "Jean no es quien para impedir la llegada de Alonso". Ayer, sin embargo, el máximo responsable de Ferrari homenajeó al hombre que ha protagonizado la era más gloriosa de Ferrari en toda su historia, con seis títulos mundiales de pilotos y siete de constructores. Estas son las justas palabras de admiración de Montezemolo: "Quiero agradecerle a Jean su esfuerzo, pasión y competencia, que ha sido un ejemplo para todos sus colaboradores. Le conozco muy bien y no me sorprende que haya decidido reducir su implicación en Ferrari para dedicarse a sí mismo y a sus otros intereses".
BMW, otra opción.
El sustituto del prestigioso Todt será Amedeo Felisa, y en la gestión deportiva estará al frente Stefano Domenicali, un ingeniero criado en la casa y un profundo admirador de Alonso, al que deseó suerte antes de la carrera del pasado domingo. El bicampeón espera aún a ver hasta dónde puede llegar con Renault para tomar una decisión, y tiene también a BMW como alternativa. El domingo pasado Mario Theissen, director deportivo de la marca bávara, saludó muy afectuosamente a Fernando cuando charlaba con Robert Kubica. En el paddock de la F-1 el milagroso adelantamiento doble a Raikkonen y Kovalainen le colocó como mejor piloto de la carrera, por encima incluso del ganador Hamilton. Si se culmina la operación roja, que pronto podría interesar a las dos partes, Massa podría irse a Toyota. O a Toro Rosso, si finalmente su mánager, Nicolas Todt, hijo del dimitido consejero, se decide a comprar la escudería.