Puede que, al brillar más que el del otro lado, induzca una mayor relevancia a los sonidos por él emitidos. Esto puede ser motivo de cambios esterognósicos y modificación subjetiva de la realidad sonora, con lo que implica en la escena virtual.
Sin duda el sonido será más brillante, reforzando las líneas melódicas de los instrumentos que correspondan a ese lado, léase violines primeros o guitarra eléctrica según el tipo de música.
Esto no quita, que por efecto de la temperatura, diferente entre los dos altavoces, la curva de respuesta sea también distinta, llegando a darse, en casos extremos, una mayor la calidez de los saxofones cual clarinetes y que el piano Steinway suene a Bosëndorfer, pero a mi gusto así mejor.
Otros efectos serán la leopardización del tinte de la caja, con bonitos efectos multipunto derivados de los agujeros de la persiana, así como el descubrimiento de que el polvo no solo existe, sino que no se quita solo.
Un gran beneficio será el disfrute de música variada por el transeunte y, de tener terrazas-pub en la cercanía, el ahorro del canon SGAE por parte de ellas.
A efectos prácticos, si nada de lo anterior te preocupa, con tener el visillo echado evitaras reflexiones en los cristales y con ello mayor fidelidad en la reproducción de la señal original.
Saludos