Iniciado por
osomax
Parece que esta polémica está condenada a eternizarse, y no deja de tener su gracia. Bueno, a todo lo dicho podría añadirse lo siguiente:
- Mucha gente (probablemente la mayoría) compra paneles de plasma o lcd sin tener ninguna información previa sobre sus diferencias. Y si cumplen los dos requisitos esenciales, a saber, “se ven bien” y “son razonablemente baratos”, nunca llegan a preocuparse de que sus negros no tengan la profundidad del cosmos visible, ni que sus lcd padezcan de todos los fenómenos acabados en “-ing”. Simplemente se sientan y ven cosas.
- Respecto a los que no pertenecen a la categoría anterior, parece que se sufre de una especie de obsesión compulsiva que permita encontrar a alguien que posea la Verdad Suprema y la última palabra que incline definitivamente la balanza a favor de unos u otros. Lo cual, lógicamente, no ocurre. Porque lo cierto es que todos los plasmas son susceptibles de quemados y retenciones (sí, todos, independientemente de que se haya “minimizado” el problema con el paso del tiempo y generaciones. Es algo inherente a su tecnología, e incluso no hace falta ser desprestigiados por la marca rival que sólo hace lcd. Podéis ver como el fabricante de un juego para consolas muy famoso advierte de lo que podría –énfasis en “podría”, condicional- ocurrir si se juega en un plasma). Y, por otro lado, también es cierto que los LCD son susceptibles de una gran variedad de fenómenos acabados en “-ing”, que a veces se notan más, a veces menos, según la suerte, calidad del panel y calibración del mismo.
- Dicho esto, el problema real que subyace es una cuestión de DINERO. Si se estuviera hablando de unos productos que valen unos pocos euretes, la cosa no tendría ninguna importancia. De hecho, el problema para el usuario es directamente proporcional al coste; cuanto menos se gastan, menos se preocupan. Pero, naturalmente, si se recurre a gamas de precios sustancialmente altas, la cosa se pone cruda. Y cuando uno se decanta (por la razón que sea) por una tecnología u otra, sufre por lo que se gasta (salvo en aquéllos casos en lo que el factor dinero no importe, pero estos afortunados simplemente se compran los mejores paneles de ambas tecnologías y los cambian cada tres meses: conclusión, no sirven para la muestra estadísitca). Y cuando uno sufre, necesita reafirmarse en su decisión para solventar el dilema, buscando argumentos exitosos que le convenzan a EL o a ELLA de que la decisión fue acertada: desde discursos sobre marcas mejores o peores (puede comprobarse en el foro que todas las marcas mentadas en el mismo, o causan amor o causan odio; incluso la que juega en “otra liga”, que será objeto de comentario aparte), hasta largas diatribas sobre si el negro es suficientemente negro para parecer negro o se trata de un gris sucio que no responde a la realidad natural del universo visible.
Yo siento una gran respeto por las personas que están dispuestas a ver un negro tan negro como un agujero negro pagando por ello una fortuna. Y comprendo que si se sienten afortunados por podérselo permitir sin que su pareja interponga demanda de divorcio, lo disfruten a tope. Ahora bien, ni siquiera en este caso puede recomendarse como una regla general a seguir incluso por aquéllos que puedan o quieran pagarlo, porque sigue siendo un plasma que se puede quemar, y puede tener retenciones. Y no es lo mismo un quemado a 1500 Euretes que a 4500.
De la misma forma, también siento un gran respeto por aquéllos que invierten sumas cercanas en un LCD que tiene tanta electrónica que sólo le hace falta decir “papá” cuando lo encienden. Lamentablemente, también podrá sufrir de todo tipo de “-ing’s” que puedan imaginarse.
Por tanto, asumámoslo. La única forma de estar satisfecho es decidir por uno mismo qué ve mejor, qué es más rentable para su uso y cuánto riesgo está dispuesto a correr conforme a su inversión.
Es totalmente falso que un plasma necesariamente tenga que ofrecer más ventajas que un lcd. Y es totalmente falso que un lcd tenga que ofrecer más ventajas que un plasma. Dentro de cada gama de precios, parece claro que el plasma puede ofrecer una calidad ( y “cantidad” medida en pulgadas) de visionado mejor en relación a su “coste”; y dentro de cada gama de precios, parece claro que el lcd puede ser más versátil con menor riesgo que un plasma.
Si lo queremos es un plasma SIN riesgos de retención y quemado, sin mayor consumo energético, sin calefacción incorporada, sin que su peso haga más difícil su movilidad, sin reflejos, etc. Etc. ……Si tal cosa aparece, y además se vende a precio razonable, será el vencedor, líder supremo. Dudo que tal cosa se llame “plasma”.
Si lo que queremos es un LCD sin riesgo de “-ing’s”, con grandes tamaños que no disparen su coste y con una electrónica de soporte menos compleja para compensar sus potenciales problemas de visionado, entonces éste será el Rey.
Dudo que algún fabricante, aún pudiendo conseguir tal cosa, la saque al mercado, o al menos la saque pronto. La simple cuestión de coste/beneficio es la que gobierna todo esto, y el que se ha salido por la tangente un poquito (léase el negro más negro del Universo conocido) no sabe como ajustar las cuentas, y se dedica ahora a comprar los paneles a su “competencia” y entrar, simultáneamente, en el negocio del LCD.
Por todo ello, y con sumo respeto a todos, me parece muy poco acertado recomendar a nadie una tecnología uno otra cuando nos basamos exclusivamente en nuestra apreciación. Lo que a uno no se le “quema”, a otro se le puede quemar. Y lo uno no ve como la estratosfera nubosa, otro puede sufrirlo con tormenta.
Y es que, en muchos casos, lo que se está recomendando es nuestra propia autojustificación sobre lo que adquirimos.
Perdón por el rollo.
Saludos