Otra selección está jugando ya, la Sub-19. ¡Qué bien! También gana, ayer ganó a Croacia. Y llama la atención otra cosa: también está ocupada mayoritariamente por jugadores del Barça, siete, más Pacheco, fabricado allí y hoy en el Liverpool. Del Madrid hay dos, de los cuales uno es Canales, hecho en el Racing, madridista desde anteayer. El otro es Rodrigo, hispanobrasileño que trajo el Madrid del Celta hace un año. Si hay que juzgar por estos indicios, la cantera del Barcelona sigue produciendo a gran ritmo, y la del Madrid sigue siendo escasa. Y no es raro, porque se cuidan de una manera muy diferente una y otra.
El tema de la cantera no es baladí, y por eso me pongo pesado con ella. No garantiza fenómenos (aunque los puede dar, caso del Barça de ahora o de la Quinta del Buitre, o Casillas y Raúl) pero bien llevada puede producir una base de plantilla buena y barata, además de identidad. Ese Barça con ocho canteranos es más Barça. Este Madrid del que se van Raúl y Guti y queda Casillas y poco más es menos Madrid. Desde Casillas no ha surgido un titular seguro de la cantera. Son demasiados años como para pensar en casualidades. El contraste en ese sentido con el Barça y sus campeones del mundo es estrepitoso.
Siempre pensé que sacar de allí a Del Bosque y a su grupo de trabajo fue un error dramático. El asunto pasó a cargo de Ramón Martínez, que nunca me pareció particularmente esclarecido; pero es que al dimitir Florentino y llegar Calderón cambió eso, para entrar Michel, que a su vez rebotó con Calderón, que no veía bien a sus colaboradores; volvió Florentino y volvió Ramón Martínez. Unas cosas con otras, son diez años perdidos. Conviene empezar las cosas bien cuanto antes, porque harán falta años de continuidad y buen trabajo para que se note. El Madrid concede en esta parcela una ventaja que nunca antes concedió.