Pro Evolution Soccer se convirtió, en la pasada generación, en el juego de fútbol más vendido de España y en el referente del género en todo el mundo. A la chita callando, sin grandes licencias ni una inversión descomunal en publicidad, el juego de Konami Tokio conocido como Winning Eleven en su país de origen fue ganando adeptos, manteniendo siempre una jugabilidad superior a la de su competencia mientras iba haciendo, poco a poco, el trabajo de campo de obtener licencias oficiales para tener los nombres reales de los jugadores y los equipos.
Sin embargo, en esta nueva generación las cosas no han pintado del todo bien para la saga dirigida por Shingo “Seabass” Takatsuka. Pese a que sigue siendo el juego de fútbol más esperado, y al menos en España no ha perdido su liderazgo en la tabla de ventas, las dos primeras entregas de nueva generación, especialmente la segunda, que fue la primera para PlayStation 3, no han acabado de satisfacer a los fans de los juegos de fútbol, combinando esto con la mejora experimentada por el eterno rival, FIFA, durante sus últimas ediciones. Esta suma de circunstancias hace que, en esta temporada de otoño, el mercado de los juegos de fútbol esté más “emocionante” que nunca, y la expectación ante este Pro Evolution Soccer 2009 sea muy alta. ¿Se habrá puesto las pilas Konami Tokio para hacer una versión verdaderamente de nueva generación de su juego?
Como os contamos hace unos días en una noticia sobre nuestro primer contacto con el juego, en esta edición los cambios son mucho mayores que en los anteriores juegos, y se notan. Durante el resto de la feria pudimos asistir a una presentación del juego y jugar varios partidos más para comprobar hasta qué punto es cierto que Konami se ha decidido a mejorar su juego de fútbol y, aunque notamos la mejora, lo que no podemos llegar a determinar es si ésta será suficiente para colmar las expectativas de los que llevan siguiendo la saga desde las primeras entregas de PS One.
Contábamos en la noticia que el motor gráfico ha experimentado mejoras y lo repetimos en estas impresiones más concienzudas. En primer lugar, se mueve todo mucho mejor y, aunque a primera vista parece igual, podemos ver cómo las animaciones se han aumentado en número. Mientras que en el anterior juego se quedaban cortas, y en ocasiones estaban mal enlazadas, en esta entrega hay un número mayor y eso repercute no solo en lo que transmite el juego a nivel visual, sino también en la jugabilidad, al estar determinado el movimiento y el toque del balón por las animaciones de los jugadores que interactúan con él. No solo tenemos los clásicos controles y movimientos del fútbol, sino que hay pequeños detalles como las caídas de los jugadores al hacer un pase muy forzado, las pérdidas de equilibrio al lograr darle a un balón disputado, o las animaciones del portero, muy mejoradas, que demuestran que se ha puesto mucho más trabajo en esta edición.
Una de las cosas que más nos han gustado es la atención al detalle con ciertos jugadores. Las versiones de Pro Evolution Soccer para PlayStation 2, a partir de la tercera o cuarta entrega, fue por dar a ciertos jugadores un tratamiento especial, y hacer que sus animaciones recordasen al jugador real en vez de pertenecer al repertorio genérico del juego. En su día era una auténtica delicia ver a Zidane tocando el balón a su manera, o a Roberto Carlos cogiendo una larga carrerilla y tirando la falta con su particular estilo. Este tipo de cosas han vuelto, y podremos ver a ciertos jugadores hacer movimientos “muy suyos”, y cómo el nivel de habilidad de un jugador influye en gran medida en su forma de tocar el balón, cómo lo controla, y qué posibilidades de regatear con él tiene. Lo primero es gracias al mimo de Konami Tokio, y lo segundo al mayor repertorio de animaciones, que permite distinguir cómo toca el balón un defensa de cómo lo hace un mediapunta a primera vista.
Sin embargo, el cambio más importante para nosotros no han sido las animaciones, sino la física del balón. Ésta ha sido desde los inicios de Pro Evolution Soccer una de las claves de su éxito, al cambiar el juego de Konami la forma de “funcionar” de los juegos de fútbol 3D. Mientras que hasta ese momento el balón estaba ligado a los jugadores, y a sus animaciones, en Pro Evolution Soccer el balón siempre fue un ente independiente con una precisa física que le otorgaba un comportamiento realista y hacía que los tiros o pases resultasen creíbles. En las primeras versiones de nueva generación esto, de algún modo, se perdió. La física del balón era muy lineal, y éste parecía una pelota de playa en ocasiones, más que un balón de fútbol. En la edición 2009 esto ya no es así y el balón vuelve a tener la calidad de simulación de anteriores entregas. En la presentación se nos mostró varias veces, en la repetición, cómo se comportaba ahora el balón, describiendo trayectorias creíbles, viéndose desgastada su velocidad por el roce con el aire y el terreno de juego, y con un bote realista.
La tercera mejora que hemos notado es en la inteligencia artificial. Jugamos tanto partidos entre dos jugadores como contra la máquina, y notamos en ambos caso un comportamiento de equipo más coherente y con menos fallos en la inteligencia artificial. Pese a la introducción del tan anunciado “Team Vision” el año pasado, seguía habiendo fallos, aunque menos que en la edición 2007, pero en esta nueva entrega no hemos notado por ahora ningún error garrafal en la defensa, ningún “pasillo mágico” para un mediapunta mientras los centrales cubren a los delanteros, sino una inteligencia artificial que se adapta bien a las situaciones del partido y que, en el caso de la máquina, puede ejercer una presión bastante fuerte.
El ritmo del juego se ha acelerado un poco y recuerda ligeramente a Pro Evolution Soccer 4, y además el control parece este año mucho más rápido, con menor tiempo de respuesta, lo que facilita y favorece este mayor ritmo. Un cambio importante en el control es la substitución del stick analógico derecho para los regates por los botones de arriba y el propio stick o cruceta, quedando el joystick para realizar pases rápidos a la dirección que queramos. El motivo del regreso de los regates a los controles tradicionales es, naturalmente, el mayor número de animaciones que permite que llevando el balón, y con la habilidad de nuestro jugador, podamos sortear a los contrarios.
En esta versión mostrada en la feria solo teníamos unas pocas selecciones, pero entre las que podíamos escoger comprobamos cómo algunos futbolistas tienen un parecido mucho mayor con sus alter egos reales que en anteriores ediciones, lo que complementa un apartado gráfico al que, aunque ha mejorado mucho las animaciones, todavía le queda mucho camino por recorrer en esta nueva generación en lo que a representación del público y del césped se refiere.
La presencia de la Liga Española, por otra parte, es un tema que ha suscitado mucha controversia, pero como hemos publicado recientemente, Konami ha pedido tranquilidad a los jugadores de la saga y ha confirmado que pronto hará un anuncio respecto a las licencias que finalmente tendrá el juego, y nuestro olfato nos dice que todo el mundo estará contento. Como curiosidad, Messi ya tiene estadísticas de estrella, incluyendo un 99 en agilidad.
Pro Evolution Soccer 2009 nos ha dejado un buen sabor de boca y, en esta versión de la feria, presenta un aspecto mucho más prometedor que la edición del año pasado. Han mejorado mucho las animaciones y el balón, y la experiencia de juego es ahora mucho mejor, más acorde con lo que esperaban los fans. La media docena de partidos que disputamos no nos permiten llegar a la conclusión todavía de si Pro Evolution Soccer 2009 está a la altura de lo que se espera de él, pero sí que Konami ha vuelto a encontrar el camino para conseguirlo.
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