El conflicto entre Asesinos y Templarios continúa su sangriento enfrentamiento 300 años más tarde de la decisiva intervención de Altair en los tiempos de Las Cruzadas. Ahora es el año 1476, Italia vive el Renacimiento, y Assassin’s Creed echa el resto para conseguir una segunda parte acorde con la época en la que se ambienta.
Año 2007. Aparece Assassin’s Creed. El videojuego de Ubisoft arrasa entre crítica y público ofreciendo una intensa aventura que mezclaba con idéntico acierto elementos de acción, libertad, investigación y combate. El videojuego, sin embargo, no cala por igual entre todos los aficionados, siendo acusado por algunos sectores de los usuarios de ser excesivamente repetitivo.
En noviembre del año 2008 se confirma lo que parecía inevitable, la nueva saga emblema de la compañía gala tendrá una segunda parte, y desde su estudio de desarrollo, Ubisoft Montreal, se asegura que ésta será mucho más libre, estará menos encorsetada y no resultará reiterativa en sus patrones jugables. Assassin’s Creed 2, por si fuera poco, llegará el 17 de noviembre de 2009 con la promesa de mejorar todavía más su impecable apartado gráfico, y de tratar con mimo una jugabilidad más cercana al modelo GTA que nunca.
Assassin’s Creed camina con sangre fría hacia su segunda parte. Cambio de protagonista, cambio de ambientación pero idéntico interés por las intrigas y los asesinatos.
Una Vida Bien Usada Causa una Dulce Muerte –Leonardo Da Vinci-
Ezio Auditore de Firenze es, como a estas alturas ya sabrá todo el mundo, el nuevo protagonista de Assassin´s Creed 2, es decir el héroe de la secuela. El cambio es serio con respecto a la primera parte, y es que si el memorable Altair era un asesino de comprobada eficacia y fama en el gremio; Ezio es un noble de Florencia, con maestría en las artes de la espada, la poesía o la pintura y, al contrario que su predecesor, no sólo es un maestro de las relaciones sociales, sino que es un auténtico seductor.
La Italia de la época rezuma intrigas políticas y artísticas, y las relaciones de mecenazgo entre las diferentes familias brillan por su prosperidad; pero algo se tuerce en este mundo aparentemente “legal” que lleva a Ezio a inclinarse por el crimen. ¿Cómo pasa el protagonista de ser un joven y culto miembro de la floreciente cultura renacentista a convertirse en un asesino? Ubisoft ruega a la prensa que guardemos el secreto, pero sí que nos permite adelantar que su historia le lleva a quedar sólo con un inquebrantable deseo de venganza que le empuja a tener como único objetivo acabar con una de las familias más importantes de la época.
El agua no sólo será una forma extraordinaria de acercarnos desde otra perspectiva a nuestros objetivos, sino que también será una vía de gran validez para huir de los enemigos.
Las características personales del protagonista las desgranaremos con detalle en futuros acercamientos a Assassin’s Creed 2, pero eso no debe ser óbice para que ya desvelemos algunas de sus principales características y peculiaridades. La primera de ellas es que, al contrario que Altair, Ezio sí sabe nadar. Sería del todo imperdonable que un personaje que pasa buena parte del juego en Venecia no empleara el agua como medio de desplazamiento, y podemos estar tranquilos porque en la secuela será una nueva forma de potenciar unos escenarios que ya no recorreremos únicamente a pie y por los tejados. Habrá también nuevas armas, complementos y accesorios, puesto que la hermandad de los Asesinos ha evolucionado mucho a lo largo de los siglos.
Ezio es un auténtico dechado con las armas, y no sólo mostrará gran maestría con las suyas, sino que además podrá recoger las de sus oponentes y usarlas contra ellos.
La relación de acción-reacción sobre todo lo que acontezca alrededor de la vida y acciones de nuestro protagonista también supone un cambio muy serio. En el Assassin’s Creed original no importaba demasiado qué hiciéramos o no, puesto que el camino estaba tremendamente delimitado desde el principio, y no alteraba nuestra relación con los guardias de las ciudades o con los ciudadanos más allá del corto plazo del “¿¡Qué está haciendo ese hombre trepando por la pared!?” La segunda parte incorporará un medidor de notoriedad que mostrará claramente las consecuencias de nuestros actos a lo largo de toda la aventura.
¿En qué se traduce esto? En primer lugar en que el personaje podrá ser un asesino discreto cumpliendo con las tesinas de anonimato que exige el gremio o, por el contrario, podrá ser reconocido y su presencia y actividades de dominio público. Esto tendrá repercusiones directas en la campaña individual y en su desarrollo, abriendo nuevas vías de misiones secundarias en función del estilo de nuestros actos. Así, por ejemplo, si somos un asesino muy conocido habrá disponibles misiones que nos emplazarán a asesinar testigos de nuestras misiones o a arrancar cárteles con nuestro rostro que las autoridades hayan distribuido por las ciudades.
Moviendo al Asesino…
Que nadie espere grandes cambios en términos de control para Assassin’s Creed 2, puesto que la base del título está fundamentada en los patrones que quedaron ya asentados en la primera parte de la saga. Una vez más los botones frontales volverán a emplearse para las acrobacias directas y el combate, mientras que la utilización de los gatillos marcará el grado de intensidad de las diferentes acciones, creándose de este modo una intensa y profundidad ramificación de acciones de complejidad aparente pero de escasa complicación real.
La preocupación por retratar con precisión y acierto las estructuras de la Italia de la época roza lo obsesivo. Un grupo enorme de creativos y grafistas recorrieron el país para captar lo más identitario de Florencia, Venecia, etcétera.
De hecho en términos de movimiento, acrobacias, etcétera; muy poco ha cambiado con respecto a la primera parte. Volvemos a contar con un caballo con el que desplazarnos entre ciudad y ciudad, las torres más altas de cada urbe nos reportarán interesante información sobre sus calles, y viviremos infinidad de enfrentamientos contra los guardias de cada villa que visitemos.
No obstante no todo sigue igual, y es que algunos elementos debutan con la intención de dotar de una mayor profundidad al videojuego. Como ya hemos comentado la natación hace acto de presencia por vez primera, lo que deparará extraordinarios elementos de posibilidades al conjunto. Sin embargo no es la única incorporación, puesto que ahora también podremos recorrer los cielos como por ejemplo pudimos ver en el E3.
Venecia nos regala algunos momentos de una belleza sin par. No sólo es una ciudad maravillosamente retratada, sino que los desniveles, el agua y las góndolas son el lugar perfecto para planificar y ejecutar asesinatos.
Cabe destacar que en Assassin’s Creed 2 contaremos con la presencia de abundantes figuras reales de la época que tendrán una importancia fundamental en el videojuego, y que ayudarán a dotarlo de mayor empaque en la parte del rigor histórico. En futuros avances abordaremos estos grandes nombres, pero de momento nos quedaremos con Leonardo Da Vinci, el gurú, artista, creador e inventor que marcó una era en el siglo XV. Una de sus ingeniosos artefactos, de hecho, será el de la máquina voladora que concibió y que nos acompañará en la aventura. Gracias a ella podremos recorrer los cielos como si de una imposible bestia alada se tratase, incrementando de forma drástica nuestra velocidad, movilidad y, por ende, las posibilidades que ofrecen las ciudades en las que se desarrolla el videojuego.
Las posibilidades a la hora de llevar a cabo asesinatos sigilosamente han aumentado de forma drástica. Habrá ahora multitud de lugares en los que esconderse para salir en el momento preciso y ejecutar a los enemigos.
Assassin’s Creed 2 desembarcará en todo el mundo el 17 de noviembre de este mismo año, enmarcado en una de las campañas navideñas más movidas de los últimos tiempos. Su lanzamiento se producirá en PlayStation 3, Xbox 360 y PC; y si cumple su promesa de mejorar los escasos problemas del original en cuanto a patrones lineales y de repetitividad, podemos encontrarnos ante uno de los grandes videojuegos del año.