Bueno, pues ya están en casita y a falta del ajuste fino, ese con el que a veces nos cargamos lo que se ve y oye de p. madre, el resultado es prodigioso.
En primer lugar, el Lector BD. Nada menos que el buque insignia de Pioneer:
El BDP-LX81. Una auténtica bestia parda de casi 14 kilos de peso. Aparte de leer SACDS y DVD-A sólo le falta caminar. Claro que para leer esos formatos ya tengo a mi queridísimo DV-989AVi, del que hablaré más tarde.
Lógicamente un lector así debe estar unido a un receptor acorde con las circunstancias. Y qué mejor compañero que el nuevo Pio SC-LX81. No es el Susano, pero a cambio tiene receptor de radio, incluida radio por Internet, conexión a red Ethernet, sistema MCACC mejoradísimo, con EQ profesional de la sala, etc. Y lo que es más importante, goza de la nueva amplificación digital "Ice power". Veremos qué da de sí tratando con las Sonus Faber, pero de momento el matrimonio de las frontales con el Classé CAP-100 no ha sido disuelto ni tiene pintas de serlo.
El único pero es que no incorpora entradas i-Link, así que no me ha quedado más remedio que conectar por analógico el 989, que ahora deberá demostrar sus virtudes como decodificador. La ventaja es que me permitirá juguetear con los diversos filtros de salida de los CDS que hasta ahora no había hecho.
Y para finalizar, el grabador DVD/HDD DVR-LX70D que es para mí el bicho más difícil de configurar y de manejar. Veremos que da de sí, pero la pinta parece inmejorable.
El único pero es que el plasma de Pio al que está conectado todo esto no admite 1080p y además su resolución nativa es de 1280*768 ...
Se impone pues empezar a ahorrar para sustiruirlo por el KRP-600A que ese sí trae de todo, incluyendo receptor SAT y TDT de HD.
De momento la visualización y escucha del BD Certifiable de Police es una auténtica gozada. Seguiremos informando.