Iniciado por
ayasystems
No se puede ver sin regisstro, puedes imprimirlo en PDF???
Esto es lo máximo que sé hacer.
Perdonar si esun abuso de espacio.
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ANALISIS CEC
Con la aparición de la serie Z1, Panasonic ha completado su gama de televisores plasma del 2009. El repertorio de modelos disponibles parte de paneles “básicos” que no disponen de tecnología NeoPDP, como los asequibles PX10 (720p) y S10 (1080p), para de ahí pasar a los que sí recurren a ella, como las series G10 (probada en CEC núm.68 - 06/2009), G15, V10 y Z1 (todos ellos 1080p).
A fin de no hacer demasiado larga la introducción, me centraré en los modelos NeoPDP que comparten las mismas prestaciones básicas en lo referido a imagen y sonido, siendo las principales diferencias entre ellas cuestiones de diseño y funcionalidad. Así, la G15, respecto a la G10, añade un conector HDMI más en la parte posterior, un conector Ethernet que habilita el DLNA y el Viera Cast, un conector para antena de satélite y una estética diferente. La V10 agrega a esto un panel más delgado con un diseño distinto, un filtro de visión superior, la función Smooth Film, la opción de color de Cine Digital y lo más importante, el modo de imagen THX. La Z1 es un “aparte” dentro de la gama, enfocada al segmento de lujo, cuenta con un diseño ultra fino, está construida con materiales más nobles y dispone de alguna funcionalidad sofisticada como el WirelessHD, gracias al que es posible transmitir contenido de alta definición no comprimido sin cables, pero su tamaño (54”) y precio (6.999€) la ponen fuera del alcance del gran público.
En el plano estético, las diferencias entre la V10 y la G10 son pequeñas, pero es innegable que aportan más prestancia a la primera. El predominio absoluto del negro en la G10 deja paso a una mayor presencia del color aluminio en la V10, que añade una tira de este metal en su parte superior, y la peana, aunque sigue estando hecha en plástico, ahora pasa a ser de ese color. También contribuye a mejorar el aspecto la ausencia de “escalón” entre el marco y la pantalla que forman un único elemento. Sin llegar a los extremos de la Z1, la V10 también sufre una importante cura de adelgazamiento, pasando de los 10 cm del modelo inferior a unos destacables 5 cm, gracias a los que aún puede permitirse un sistema de sonido “razonable” sin precisar de elementos externos como la Z1.
En los laterales del panel encontramos una configuración idéntica a la de la G10, los mismos botones y conexiones y en igual disposición. Sólo existen diferencias entre ambos modelos en la parte posterior y se limitan, tal como he comentado más arriba, a un conector HDMI adicional, el conector Ethernet y la toma para antena de satélite. Con respecto a ésta última hay que comentar que, al igual que sucede con el sintonizador DVB-T (TDT), la V10 es capaz de decodificar retransmisiones DVB-S en alta definición en formato H.264. Como breve resumen para quienes no hayan leído el banco de la G10, en total se dispone de cuatro conectores HDMI,dos SCART (RGB), una entrada de vídeo por componentes, una S-Video, una de vídeo compuesto, una VGA, salidas de audio analógicas estéreo y digital óptica, una ranura para tarjetas SD compatible con memorias SDHC y capaz de reproducir AVCHD y, finalmente, una ranura CI que en breve adquirirá protagonismo al ser necesaria para insertar en ella la correspondiente tarjeta que permita disfrutar de los canales de TDT de pago.
De las dos ventajas más importantes que posee la V10 sobre la G10, la conexión a red que introduce el Viera Cast y el DLNA por un lado y el modo THX por otro, sin duda, la más importante es la segunda, por tratarse de algo que realmente mejora la calidad de imagen. El DLNA permite acceder a ficheros DIVX o MPEG almacenados en un servidor compatible. Para quienes los utilicen frecuentemente resultará muy cómodo poder visualizarlos a través del reproductor de la Panasonic, eso sí, siempre que su resolución no supere los 720x576 píxeles. Al no disponer de este tipo de ficheros, que por otra parte quedan un poco justos para la resolución de este panel, para mí el verdadero interés de esta prueba es descubrir si la certificación THX justifica el coste adicional respecto a su hermana menor.
Las certificaciones THX para equipos de audio llevan mucho tiempo estando disponibles, pero para sistemas o equipos de vídeo son mucho más recientes y seguramente desconocidas por gran parte del público, así que la primera gran pregunta es ¿en qué consiste esta certificación?
Para obtener el certificado un visualizador debe superar una serie de pruebas que garantizan que cumple con unos requisitos mínimos de calidad. Éstas se dividen en dos grandes categorías: calidad de imagen en general y procesado de vídeo. Todas ellas se basan en estándares existentes como VESA (Video Electronics Standards Association), ANSI (American National Standards Institute) y SMPTE (Society of Motion Picture and Television Engineers) y emplean sus patrones como medio de evaluación. Entre las características de calidad de imagen se analizan la luminosidad, el contraste (On/Off y ANSI), la temperatura de color y curva de gamma, resolución y nitidez, ángulo de visión, uniformidad de color y grises, precisión de color, convergencia, etc. y se comprueba que se alcanzan (o superan) unos mínimos determinados por las recomendaciones del SMPTE. Para “aprobar” el examen de procesado de vídeo el visualizador debe pasar las pruebas de desentrelazado, compensación de movimiento, correcta detección y corrección de las distintas cadencias, procesado de diagonales, nitidez, reducción de ruido de imagen, sobre/sub barrido de imagen (overscan/underscan), etc. En último lugar y en función del tipo de visualizador, también se incluyen pruebas de convergencia (proyectores de tres chips), arco iris (DLP), desenfocado por movimiento (LCD), efecto moiré, visibilidad de rejilla (proyectores), ruido que produce el equipo, eficiencia de las lentes (proyectores), aparición de estelas por movimiento (LCD), imágenes descartadas (dropped frames) y reproducción de imágenes estáticas (fotografía).
El número de fabricantes que se han decidido a certificar alguno de sus productos es más que reducido, reducidísimo. En concreto, éstos han sido Panasonic, LG y Runco y solamente para alguno de sus modelos más destacados.
Una vez conocidas las “presuntas” implicaciones teóricas de la certificación THX, viene la segunda gran pregunta: ¿Qué ventajas aportan en la práctica? La respuesta, al igual que el proceso de certificación, la dividimos en tres grupos y comienzo por el procesado de vídeo. Los resultados de las pruebas realizadas con la G10 mostraron la incapacidad que tenía el panel para realizar una correcta detección de cadencias 2:2 (NTSC y PAL) y 2:3 (NTSC) que son las más habituales para contenidos de origen cinematográfico, lo que daba lugar a la aparición de dientes de sierra y pérdida de resolución en muchos casos, algo que por el contrario es mucho menos frecuente cuando vemos material de origen vídeo. A pesar de que el V10 que utilicé para las pruebas venía con la última actualización disponible de su firmware (2011) y pensé que podría haber incluido alguna mejora respecto al que incorporaba la G10, los resultados que obtuve fueron idénticos a los de aquélla. Es cierto que en la mayoría de los casos el televisor recibirá la señal debidamente procesada por un lector DVD o BD y que, salvo escasas excepciones, los problemas sólo afectarán a la señal TDT del propio sintonizador. Pero, por poco efecto “real” que tenga, el defecto está ahí y a estas alturas de desarrollo de procesado de vídeo no debería ocurrir. En cualquier caso, parece que THX no ha sido muy exigente en el apartado de vídeo o bien el peso que le concede a este primer grupo es mucho más bajo del asignado al segundo y al tercero, lo cual, en línea con mi argumento, puede tener cierta lógica.
El segundo grupo de pruebas se refiere a la calidad general de imagen del panel e implica, en la mayoría de los dispositivos certificados, un modo THX como es el caso de la V10. Una de las características habituales de las pantallas de plasma de Panasonic es un gamut de color mucho más amplio que cualquiera de los estándares existentes, ya sea Rec709 o Rec601 en sus dos variantes NTSC o PAL/EBU, que de hecho está mucho más próximo al gamut de cine digital, a pesar de que no existe material comercial disponible que emplee esa norma de color. La inclusión de este modo THX reduce el mencionado exceso y se ciñe al Rec709 con gran precisión, como se puede observar en el recuadro de calibración y análisis. Pero no sólo mejora la decodificación de color, también la temperatura del mismo (o escala de grises) presenta un buen resultado tal como viene por defecto, aun pecando de ser algo más cálida de lo deseable, se deshabilita la interpolación de imagen y se bloquean otros aspectos que alejarían ésta de los cánones establecidos. Basta con ver la secuencia de la Comarca de El Señor de los Anillos para apreciar, a modo de ejemplo muy clarificador, la diferencia entre los verdes del modo Cine y los del modo THX. En el primer caso, aparecen mucho más “fosforescentes” y exagerados que los más naturales y reales del segundo. Lo mismo sucede con los rojos y podemos fijarnos, continuando con la misma secuencia, en el chaleco de Bilbo para observar un efecto similar al anterior. La única pega que le encuentro al modo THX es cierto “exceso” de celo a la hora de eliminar opciones que elimina la disponibilidad del ajuste gamma que sí aparece en el de Cine. A pesar de esto, la cifra media obtenida de 2,1 permite un correcto equilibrio entre nivel de negro y detalle en sombra por un lado y luminosidad sin quitar detalle en los blancos por otra. En conjunto, puedo decir que sin duda es la mejor plasma de Panasonic que he probado hasta la fecha.
En el aspecto ergonómico, o tercer grupo, hay que señalar una característica muy positiva como es la ausencia de judder tanto con DVDs como con BDs a 1080p24 en el modo THX y la posibilidad de usar un “discreto” sistema de interpolación de imágenes en el resto de los modos, aunque siempre será preferible el primero por su mayor respeto al original cinematográfico. Una de las propiedades habituales de los plasma es la generación de calor y la consiguiente necesidad de refrigeración mediante ventiladores y los de la V10 se hacen notar. No son especialmente molestos al producir un sonido de baja frecuencia, pero en los momentos de completo silencio se perciben con claridad. También existe cierto ruido “eléctrico”, de escasa intensidad y que personalmente no he encontrado molesto, pero quizás los más puntillosos en este sentido deberán tenerlo en cuenta. Al tratarse de cristal, el nivel de reflejos de la pantalla es mucho más alto que en el caso de los LCD, por lo que no es recomendable situar el panel frente a una ventana y reducir al máximo posible la iluminación de la sala para minimizar el problema. Finalmente, el apartado de audio de la Panasonic tiene un buen rendimiento, a pesar de las limitaciones físicas que supone disponer de pequeños transductores en la parte posterior, más que suficiente para escuchas no “críticas”, e incluso se defiende razonablemente (comparando con otros paneles) a la hora de ver películas.
CONCLUSIÓN
Ante la pregunta de si merece la pena pagar el coste adicional de la V10 respecto a la G10, la respuesta es bien sencilla:, si nos lo podemos permitir, rotundamente sí. La mejora de la calidad de imagen que aporta el modo THX es muy apreciable y por añadidura se obtiene un panel más elegante y una conexión de red, lo que hace de esta Panasonic, como decía cierto anuncio de cerveza, probablemente el mejor televisor de 42” que se puede adquirir.
NOS GUSTA
- Excelente precisión de color y gamma en modo THX.
- Posibilidad de ajustar la temperatura de color en el menú de usuario.
MEJORABLE
- Procesado de vídeo.
- Falta de sistema de gestión de color.
CALIBRACIÓN Y ANÁLISIS
Como comenté en el análisis de la G10, la última generación de paneles de Panasonic dispone en el menú de usuario, además de los básicos, de controles para ajustar la temperatura de color e incluso seleccionar la gamma en algunos modos excepto en el THX. Para quienes no deseen complicarse la vida calibrando ni quieran pagar el desembolso adicional de un calibrador profesional, éste último pone a su alcance de modo sencillísimo unas prestaciones muy interesantes.
Ya que en el cuerpo principal de este artículo hago especial énfasis en la mejora de color respecto a la G10 o modelos de años precedentes que no incluían este modo, comenzaré este análisis precisamente por este aspecto, y qué mejor que una imagen para ilustrar la diferencia entre los distintos modos, comenzando por el gamut del modo Cine y a continuación el del modo THX:
Modo Cine Modo THX
No creo que sea necesario extenderme en comentar la diferencia. Salvo el azul, que en el modo Cine no se haya lejos de su valor objetivo, la precisión que manifiesta el segundo gráfico es netamente superior. Traducido a valor de desviación dE y por poner sólo dos ejemplos, el rojo en el modo Cine alcanza la cifra de 32,3, mientras que el THX baja hasta 4,2. El verde igualmente desciende desde unos elevados 26,2 a unos muy razonables 4,8 y así sucesivamente. Siendo un resultado fantástico, se hubiese agradecido en caso de disponer de CMS completo bien diseñado para que los usuarios avanzados puedan perfeccionar todavía más estos resultados, y sería muy deseable que este fabricante se decidiese a incluirlos en la próxima generación.
Menos restrictivo que los modos ISF de los paneles de Pioneer, el THX de las Panasonic elimina la posibilidad de seleccionar la curva de gamma a utilizar. Mientras que en el modo Cine ésta puede ser en forma de S, plana, con un valor medio de 2,0, de 2,2 y 2,5, si se selecciona THX ésta permanece fija en un valor medio de 2,1, bastante próximo del objetivo 2,2 y seguramente mejor en la mayoría de los casos, pues rara vez se ve el televisor completamente a oscuras. De esta manera, a costa de perder algo de profundidad y nivel de negro se gana a la hora de apreciar detalles en sombra.
Dejando todos los valores en su posición por defecto (brillo, color, tinte y contraste) y desactivando todo las funciones que afectan a la precisión, como la gestión de energía o la opción “Gestión de color”, se obtiene una elevado contraste On/Off de nada menos que 4.307:1 reales para un nivel de negro de 0,02cd/m² (0,07ftL) y una luminosidad máxima de 107,09cd/m² (31.260ft/L).
Igualmente buenos son los valores de temperatura de color, que quedan por debajo de una desviación dE de 2,7 desde una intensidad del 10% hasta el 100% e incluso por debajo de 2 en la mayor parte de las distintas intensidades.
En resumen, sólo queda que Panasonic iguale el negro de las Kuro e incluya el mencionado CMS para tener una nueva referencia en visualizadores.
NOS CONTESTA
Avril Barthe-Larregle, Marketing VIERA. El Viera TX-P42V10 es la mejor opción de entretenimiento en el hogar que ofrecemos a nuestros usuarios. Este modelo NEO-PDP está dotado con las tecnologías más avanzadas: excelente calidad de imagen gracias a los 600Hz, ahorro de consumo, funciones de conectividad como conexión DNLA o acceso a contenidos de Internet como YouTube o Eurosport con VIERA CAST. Todo ello, en un elegante diseño plano de tan sólo 2 pulgadas de grosor.
FICHA TÉCNICA
RESOLUCIÓN 1920 x 1080 p. CONTRASTE NATIVO 40.000:1 con 6.144 niveles de gris. SINTONIZADOR ANALÓGICO Y DIGITAL DVB-T y DVB-S (MPEG2 y H.264). CONECTIVIDAD 4 x HDMI (1 de ellas en el lateral), 1 x vídeo por componentes, 2 x SCART (ambos RGB), SVídeo y CVBS. Ranura para tarjetas SDHC. Modulo PCMCIA. CONSUMO ELÉCTRICO MAX. 294W. DIMENSIONES (con soporte) 1052 x 709 x 332 mm. PESO (con soporte) 29 Kg. DISTRIBUYE Panasonic (902153060).
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Salu2...
Kepa M.