"¿Quién me lo iba a decir a mí?" Eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza una vez que los armatostes tomaron posición vertical y comprobé que todo se veía y funcionaba a la perfección. Jamás de los jamases me pude imaginar que, finalmente, pudiera poseer unas cajas que formaban parte del escalón superior a las cajas que siempre quise tener y que marqué como "tope". El dicho de "quien la sigue la consigue" es, si no siempre, sí muchas veces una realidad. Cuando un sueño, por muy material que sea, toma forma... te deja en el cuerpo una sensación de irrealidad e ilusión al mismo tiempo dificilmente explicable. Y qué bonito cuando pones en marcha toda la artillería y la cosa responde a las expectativas.

Estoy convencido que cualquiera que ponga énfasis, ilusión y ganas en acceder a algo con lo que sólo pudo soñar, se podrá hacer realidad, con un poco de paciencia y sin hacer grandes desembolsos.

Pues nada; no me enrollo más. Aquí van unas fotillos: