Resumidamente:
lo que importa de un amplificador es que llegue a dar los voltios que precisas para el nivel de volúmen que deseas, sin que aparezca distorsión o clipping. Esto depende de la capacidad de enviar corriente a los altavoces, y dependiendo de la impedancia de los altavoces y su sensibilidad, a menor valor de ambos, más corriente tiene que enviar para conseguir un mismo voltaje o volumen.
cuando se mide los vatios (potencia), estos varían según la forma de medirlos (RMS, DIN u otros), dependiendo de la impedancia, de las frecuencias medidas y del nivel de distorsión admitido
si bajamos la impedancia, el amplificador ha de enviar más corriente para conseguir el mismo voltaje (algo que parece contradictorio a la lógica, pero que es sencillo de explicar), y si medimos los vatios (potencia) estos aumentan,
pero todo tiene un límite, aumentan hasta donde el amplificador pueda, hasta que llegue a su límite de entrega de corriente, y a partir de ahí empezará a distorsionar y dar problemas graves de cliping, aunque en la actualidad antes se apagará entrado en protección.
por ello, lo importante, es la capacidad de entrega de corriente (medida en amperios), que pocos fabricante informan, y que tendremos que deducir indirecta y aproximadamente de su consumo de potencia.