Hola,
En estos días he vivido una experiencia que me ha hecho pensar y reafirmar ciertas ideas sobre por qué el Super Audio CD no ha tenido hasta ahora cierto éxito.
Yo llevo en torno a un año y medio coleccionando SACDs, pero ya desde su nacimiento he seguido con cierto interés la evolución del Super Audio CD. El caso es que, tras iniciarme en el mundillo del audio digital de alta resolución usando un lector multiformato como fuente de sonido, he decidio hacerme con un reproductor dedicado para SACD/CD. Mi economía, de momento, hace que apuntar a fuentes como el Denon DCD-1500AE o el Marantz SA-7001 resulte poco razonable, por lo que he tenido que plantearme la compra de un aparato de Sony de gama baja o gama media. Pues bien, me dirigí a una tienda Sony Gallery de Granada y tenían un Sony SCD-XB940 (premio EISA 2000-2001 al reproductor de audio), que, tras revisar y probar con algunos de mis discos y usando mis AKG K240, me llevé a casa por 199 euros. Ya en mi casa con el Sony instalado me dedico a ponerlo a prueba con varios SACDs y me percato de que tiene ciertas dificultades con los discos híbridos, algunos de los cuales no es capaz de leer (excepto la capa CD).
Y ahora yo me pregunto: ¿Cómo pretendía Sony implantar un formato que lo único que podía ofrecer respecto al CD era una supuesta mejoría en la calidad de sonido, ya que lo que más claramente lo diferenciaba en la práctica del Compact Disc Digital Audio, su capacidad multicanal, no tenía todavía el respaldo suficiente? ¿Con aparatos -como el XB940- y discos -como Thriller- en estéreo, que ni siquiera estaban preparados para los discos híbridos (los primeros) o no eran grabaciones DSD originales (los segundos)? :
Saludos.