Iniciado por
JosepX
Alejandro, tío, a mi forma de ver las cosas, estás confundiendo el tocino con la velocidad, no sé si, sin querer, o queriendo. Te metes en tantos charcos, que no sé por donde empezar.
A los demás, perdonadme que no os quotee, porque me volvería loco. Resaltaré lo que me ha parecido más importante.
Bueno, al grano. Como bien te dicen, no es lo mismo ajustar un televisor a ojímetro, con los controles básicos de brillo, contraste,... y dejarlo a gusto PERSONAL de cada uno, que no tiene que ser el mismo que el del vecino, que calibrar con un aparato (sonda) para ajustarlo EXACTAMENTE para que se vea igual a los standares establecidos en reproducción de contenidos cinematográficos.
Ajustar un Tv con cartas de ajuste y barras de grises (hay que renovarse un poquito) seguramente será satisfactorio para un 99% de usuarios (yo incluido), pero para los amantes del cine, que quieren que su TV y lo que ven en el cine, sea lo más parecido posible, no.
Una de las cosas buenas que tiene la informática, es que posibilita sacar el mejor rendimiento de un hardware, sin tener conocimientos avanzados sobre el. Quiero decir lo siguiente:
Dejando de lado ajustes avanzados de amplitud vertical, amplitud horizontal, sincronismos y geometrias de tubo varias, antiguamente, en la época del TRC, nadie tenía una sonda y un portátil para realizar ajustes de color. Se recurría a las cartas de colores en pantalla (o las barras de grises) y ajustabamos cada color RGB por separado, hasta dejarlo, a ojímetro, lo más decente posible. ¿Podia cualquiera ajustar los parámetros de cada color por separado? No, porque había que jugar con ganancias de circuitos de amplificación de color, que se ajustaban con potenciometros que estaban perdidos por algún lugar de la caja del TV, que sólo conocía el técnico, y si tenía el esquema claro. Si no, la tarea era todavía más ardúa, porque había que localizar cada parte del conjunto a ciegas.
Si el técnico era daltónico, por ejemplo, sí, sería muy buen técnico, pero ya me dirás tú que clase de ajustes iba a realizar.
Ahora, como todo esto lo controla un microcomputador que lleva instalado un programa en su memoría, nos posibilita realizar todos los ajustes de color primario que queramos (depende de los que deje a disposición el fabricante), y teniendo nociones de calibración (para llegar a una calibración decente, no hay que perder muchísimas horas de aprendizaje), una sonda (creo que están por unos 150 euros) y un portátil con soft gratuíto, podemos ajustar nuestra pantalla a lo que marca el standard, sin tener ni puñetera idea de lo que es un televisor de caja hacia adentro. Ya se encarga el microordenador de realizar las variaciones de tensión pertinentes, para modificar lo que le hemos dicho desde el interface gráfico.
Como muy acertadamente decía cesarion (creo que fue él), un técnico ISF no tiene porque tener ni idea de electrónica. y al revés. Lo puedes comprobar tú mismo. Ve a los foros más afamados en estos temas, cogete a los mejores calibradores, y pregúntales, a qué frecuencia conmuta el TR de la fuente de alimentación de los CCFL de un LCD, o si sabe la corriente de colector de un TR que excita un trafo de línea, o si sabe la forma de onda y la tensión de pico de la línea de control de una matriz de pantalla de plasma. A ver qué te dicen.
O mejor, como decía otro compañero. Dále a Vettel una dinamómetrica, y una culata, y a ver que hace.
Sé que es perder el tiempo, porque no entras en razón, Alejandro. Pero hay que intentarlo.
Saludetes.