Hoy he tenido el placer de acompañar a un gran amigo mío a la tienda de B & O. Quería saber mi opinión acerca del sistema creo que Beovision 6 que tenían preparado en la exposición. Tras una media hora larga de contacto visual y auditivo con el sistema y el responsable del tinglado mi amigo me ha pedido que le comentara mis conclusiones y han sido las siguientes:
1º.- Son los pu*os amos del diseño y de la ergonomía. Equipos facilísimos de manejar, mandos intuitivos, integración con sistemas domóticos para regular la intensidad de la luz, etc. El diseño se extiende al uniforme de los empleados de la tienda, la imagen de estos, etc.
2º.- La TV, una carísima LCD de 32 pulgadas panorámica se veía de maravilla ... a casi cinco metros de distancia. Se aprecia gran nitidez pero se aprecian algunos artefactos en dvds tan bien realizados como "límite vertical" si te acercas un poco más. En cualquier caso es el mejor televisor LCD que he podido ver hasta la fecha.
3º.- El sistema de sonido de la TV es bastante bueno, teniendo en cuenta que es un central activo "con seis altavoces y un total de 750 W de potencia". He visto como le ha impresionado a mi amigo este dato. También te venden como de los altavoces autoamplificados esos con forma de cono truncado con "platillos volantes" salen unos micrófonos por la base para ajustarlos a las condiciones del recinto de escucha (yo me pregunto para qué sirve eso en la base del altavoz, dónde tiene que haber una respuesta óptima es en el punto de escucha y eso lo hacen hoy todos los receptores A/V de gama media para arriba más que bien).
4º.- Cuando nos han puesto el Home Cinema: Mucho boom y poca separación de instrumentos en Hell Freezes Over. Le he dicho a mi amigo que se oye bastante mejor con el Logic 7 de mi coche. Puede haber influido el hecho de estar sentado a cuarenta centímetros del canal trasero derecho. Pero aquello en mi humilde opinión distorsionaba bastante tanto en bajos como en agudos. Los medios, metálicos, aunque mi amigo opinaba todo lo contrario.
Por cierto que el jefe le ha dicho que en realidad con el HC vemos películas, no escuchamos conciertos (el SACD o el DVD-AUDIO aquí no existen). Le he preguntado ya fuera de la tienda cuántas veces ha visto su película favorita y cuántas ha escuchado su disco favorito.
5º.- El presupuesto, un escándalo. Eso sí, con la obra para hacer rozas y pasar "los cables especiales de una tecnología inigualada hasta la fecha" para que no se vea ni uno ni medio. Le he comentado que por la quinta parte del precio se puede poner un equipazo del copetín de la baraja.
6º.- Nos han puesto al final el equipo tope de gama, el de los platillos volantes. Volantes parecían los platillos de la batería de Nick Mason en "The Division Bell". Potencia toda la que quieras (hablan de 2.500 W).
Yo le he comentado a mi amigo y al que le está haciendo la obra de su nueva casa que eso es el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Que por mucha amplificación digital que metan, un cacharro que consume 300 W no puede dar 3.000. O mejor dicho, lo puede dar en un pico. Y que el otro día con mis Grand Piano, a un volumen que empezaba a molestar, no estaríamos hablando de una potencia media superior a 5 o 6 W.
Se lo pensará hoy o mañana, pero está rendido. Lo comprará seguro porque es "cool", no ocupa espacio visual (en realidad físicamente ocupa lo mismo) y a él le parece que suena de vicio. Y eso que escuchó mis Sonus Faber Grand Piano (cierto que en condiciones infames) y le encantaron.
El día que alguien se decida a hacer diseños a prueba de WAT por cuatro duros poniendo electrónica "de verdad" dentro, se forra.