Pues sí, sin tener un equipazo ni mucho menos, la calidad de mi equipo ha aumentado con creces.
Al cabo de unos 3 meses sigo disfrutando de su buen sonido pero ya no se me cae la baba como antes. Mi oído se ha acostumbrado a ese sonido fantástico.

El problema y motivo de este post es cuando te invitan a escuchar algún disco en casa de alguien, y uno tiene que escuchar algunos "equipazos" de esos que ruedan por ahí.
No miento ni siquiera a los equipos carrefur, sino incluso a los que tienen algo que creeen el novamás como un Sony con 200 vatios por canal. Y cuando lo pone casi al máximo y se te cae el alma al suelo.

Y me siento mal, porque a pesar de que me dan la oportunidad de escuchar algún disco bueno por primera vez estoy deseando de que acabe por el sonido de aquello.

¿Soy mala persona?