Asegurate que los bornes superiores en inferiores mantiene las plaquitas que los conectan entre sí, no vaya a ser que las quitaras y solo estés alimentado al grupo de altavoces de graves/medios y no al de agudos.
Si no es lo anterior, revisa como te ha dicho BlackPanther que la polaridad no esté cruzada en un altavoz, que el cable que sale del borne positivo del AVR llega al positivo del altavoz correspondiente, etc.
Si todo lo anterior no es, intenta localizar el punto dulce de escucha (aquél donde aprecias la sensación estéreo más clara). Para ello siéntate frente los altavoces, cerca de ellos y te vas alejando poco a poco (si lo haces con los ojos cerrados te podrás concentrar más) hasta que aprecias muy bien la escena sonora, distinguiendo la posición de los instrumentos, etc. Ahí es donde debería estar tu punto de escucha, si no coincide (Ley de Murphy de los puntos de escucha) has de variar la posición de los altavoces y su ángulo respecto a ti hasta que vuelvas a apreciar el sonido del punto dulce.
La impedancia del altavoz no tiene que ver con la del AVR, ambos datos si serviría para calcular el factor de amortiguamiento (Damping Factor).
La extensión de frecuencias del altavoz es un dato que indica hasta que nivel de graves y agudos es capaz de llegar sin desviar su intensidad respecto del sonido grabado en un determinado margen de tolerancia. Se mide aplicando una señal que pasa por todas las frecuencias con la intensidad correspondiente para que el sonido termine siendo igual de intenso para cada una (ruido rosa) y un micrófono graba la respuesta, estableciéndose unos limites arbitrarios (habitualmente +/-3dB) como límite de la desviación en la intensidad para así indicar que banda de frecuencia se reproduce cumpliendo esos límites.
Como te decía, habitualmente se expresan en valores de +/- 3 dB, aunque en tu caso han elegido un margen más amplio, +/-6dB, aumentando así el rango de frecuencias, pero teniendo claro que ese extremo estará siendo reproducido solo a la cuarta parte de intensidad respecto a la señal grabada (pues cada -3 dB significa la disminución a la mitad del volumen).
En la práctica tiene su importancia para saber hasta donde llega el altavoz pero no informa nada de la calidad en sí de la reproducción del sonido que hace, pues en ese margen (+/-6dB) nos podemos con picos o valles de intensidad tan distantes como 12 dB entre ellos, una variación que de darse haría que el sonido no se pareciera mucho al grabado. Para poder saber realmente si la respuesta es mas o menos lineal, si se ajusta más o menos a las frecuencias grabadas, los fabricantes debería aportar una gráfica de respuesta con barrido de sonido rosa, aún sabiendo que nuestra sala la va a modificar.
Respecto al AVR, la potencia que dice el fabricante (fiable en estos temas) es de 50w (RMS) en estéreo.
La conexión mono, la habitual salida de los AVR, en este SW, ha de conectarse a la entrada de linea izda, aunque puede usarse también un cable en Y (que aumentaría ligeramente la señal que entra al SW). Si usas uno de eso cables RCA-RCA de audio no tendrás problema salvo que es más fácil que capte ruidos parásito, solucionándose con un coaxial RCA-RCA.
El botón del filtro de frecuencias de paso bajo del SW conviene abrirlo al máximo, o hasta 120Hz, debido que la gestión de graves la hará el AVR y que por su salida para SW irá las señales dirigidas al resto de altavoces configurados en small, por debajo del corte del filtro elegido en el AVR, más la señal del canal LFE (el .1) que llega hasta 120Hz en Dolby o DTS. Si dejamos el filtro del SW en 35 Hz, este solo reproducirá las señales inferiores a ese punto, quedando un vacío de graves con las frecuencias superiores que envía el AVR por su salida SW.
Bueno, corto el rollo,
