La paradoja del pasado Habiendo mirado a los ojos a la bestia del pasado, habiendo solicitado y recibido el perdón, y habiendo hecho propósito de enmienda, seamos capaces de cerrar la puerta del pasado, no para olvidarlo, sino para evitar que nos aprisione. Robinson Crusoe pudo sobrevivir en la isla porque llevaba consigo su pasado. Un Robinson desposeído del pasado y lanzado a la isla del pleno presente estaría condenado a perecer.
El pensamiento de cada cual se origina, ante todo, en relación consigo mismo, dado que lo que percibimos de los sentidos no es el mundo exterior, sí aquello con lo que hacemos un mundo exterior, de modo que la percepción es un lenguaje a merced del cual estamos.
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